Obispos chilenos ponen en manos del Papa sus cargos pastorales

Obispos chilenos ponen en manos del Papa sus cargos pastorales

Agencia SIC

Publicado el - Actualizado

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"Perdón por el dolor causado a las víctimas, al Papa, al Pueblo de Dios y al país por nuestros graves errores y omisiones": con esta premisa los obispos de Chile realizaron su declaración final tras los coloquios con el papa Francisco

odos los obispos presentes en Roma, por escrito, hemos puesto nuestros cargos en las manos del Santo Padre para que libremente decida con respecto a cada uno de nosotros": fue el anuncio de los obispos chilenos tras discernir en la presencia de Dios, "la responsabilidad de todos y cada uno" sobre las heridas devastadoras causadas a las víctimas de abusos así como sobre "el estudio de los cambios adecuados y duraderos que impidan la repetición de actos siempre reprobables", tal como había expresado el Papa en la

de los encuentros que se llevaron a cabo en el Vaticano.

Los prelados del episcopado suramericano realizaron una declaración a la prensa comunicando el resultado de los tres días de discernimiento, oración y coloquios con el Santo Padre Francisco, quien, por su parte, tal como anunciara la Oficina de Prensa de la Santa Sede en el comunicado del sábado 12, "no otorgará ninguna declaración ni antes, ni durante, ni después de los coloquios", pero sí entregó una carta a los obispos, hecha pública tras finalizar la última reunión el jueves por la tarde, en la que les agradeció la disponibilidad manifestada "para adherir y colaborar en todos aquellos cambios y resoluciones" necesarios para restablecer la justicia y la comunión eclesial, a implementar "en el corto, mediano y largo plazo".

Declaración final de los Obispos de la Conferencia Episcopal Chilena

El Obispo de San Bernardo Mons. Juan Ignacio González Ezzáruriz leyó en la rueda de prensa, en lengua española, la conclusión a la que llegaron los obispos, que remitimos a continuación:

Después de tres días de encuentros con el Santo Padre, y de muchas horas dedicadas a la meditación y a la oración, siguiendo sus indicaciones, los Obispos de Chile deseamos comunicar lo siguiente:

En primer lugar, agradecemos al papa Francisco por su escucha de padre y su corrección fraterna. Pero especialmente, queremos pedir perdón por el dolor causado a las víctimas, al Papa, al Pueblo de Dios y al país por nuestros graves errores y omisiones.

Gracias también a Mons. Scicluna y al Rev. Jordi Bertomeu por su dedicación pastoral y personal, así como por el esfuerzo invertido en las últimas semanas para intentar sanar las heridas de la sociedad y de la Iglesia de nuestro país.

Gracias a las víctimas, por su perseverancia y su valentía, a pesar de las enormes dificultades personales, espirituales, sociales y familiares que han debido afrontar, tantas veces en medio de la incomprensión y los ataques de la propia comunidad eclesial. Una vez más imploramos su perdón y su ayuda para seguir avanzando en el camino de la curación y cicatrización de las heridas.

En segundo lugar, queremos anunciar que todos los obispos presentes en Roma, por escrito, hemos puesto nuestros cargos en las manos del Santo Padre para que libremente decida con respecto a cada uno de nosotros.

Nos ponemos en camino, sabiendo que estos días de honesto diálogo han sido un hito dentro de un proceso de cambio profundo, conducido por el Papa Francisco. En comunión con él, queremos restablecer la justicia y contribuir a la reparación del daño causado, para reimpulsar la misión profética de la Iglesia en Chile, cuyo centro siempre debió estar en Cristo.

Queremos que el rostro del Señor vuelva a resplandecer en nuestra Iglesia y a ello nos comprometemos. Con humidad y esperanza les pedimos a todos que nos ayuden a recorrer este camino.

Siguiendo la recomendación del Santo Padre imploramos a Dios que en estas difíciles y esperanzadoras horas, nuestra Iglesia sea protegida por el Señor y la Virgen del Carmen.

Algunas precisiones

Tras recordar la rueda de prensa en que declararon venir "con dolor y vergüenza" el Secretario General de la Conferencia Episcopal chilena enumeró las actividades que llevaron a cabo esta semana y aludió al texto que el Santo Padre les entregó el primer día, en el que expresaba sus conclusiones y reflexiones sobre el informe de Mons. Scicluna. El texto del Papa indica con claridad una serie de hechos absolutamente reprobables que sucedieron en la Iglesia Chilena – explicó el Secretario de la Conferencia Episcopal – en relación a abusos de poder, de conciencia y sexuales que han llevado a que la misma "haya disminuido el vigor profético que la caracterizaba".

Obispos a disposición del Papa

A partir de allí se llevó a cabo un proceso de diálogo en el que "se fueron presentando sugerencias para las medidas a adoptar para superar esta crisis", y se fue madurando la idea de que "para estar en sintonía con la voluntad del Santo Padre", era conveniente declarar la más absoluta disponibilidad de poner nuestros cargos pastorales en las manos del Papa, añadió Mons. Ramos y precisó: se trató de "un gesto para asumir – no sin dolor- los graves hechos ocurridos y para que el Santo Padre pudiera, libremente, disponer de todos nosotros".

"Fue así – prosiguió – que en el día de ayer, por escrito, manifestamos esta disponibilidad poniendo nuestros cargos a disposición del Papa. Así él podrá, en las semanas siguientes, decidir si acepta o rechaza lo que hemos señalado".

Cada uno continua en sus trabajos pastorales en plenas funciones

Monseñor Gonzalez, Obispo de San Bernardo y miembro del Comité permanente de la Cech, por su parte señaló que este poner sus "cargos pastorales a completa disposición del Papa" implica que mientras tanto, "cada uno continua en sus trabajos pastorales en plenas funciones", y que el Santo Padre puede aceptar de inmediato "la salida de un obispo, puede rechazarla, y por lo tanto quedaría confirmado en su cargo, o aceptarla y hacerla efectiva al nombramiento de la nueva autoridad diocesana".

En la conclusión, el agradecimiento de los obispos a quienes los han acompañado con sus trabajo y su oración.

(Griselda Mutual – Ciudad del Vaticano, vaticannews.va)