La parroquia de San Miguel en Segovia cuenta con un columbario
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Los usos funerarios están cambiando y, como muestra, la proliferación de los columbarios parroquiales. Desde hace cuatro años, la parroquia de San Miguel, en la ciudad de Segovia, cuenta con un columbario pionero en la provincia.
Ubicada hacia la mitad del templo, en el lado izquierdo, está la capilla elegida para este fin. Bajo la protección de la Virgen de la Misericordia (imagen realizada en exclusiva para esta capilla), el columbario cuenta con 138 nichos, de los que todavía están disponibles un centenar, como recuerda el sacerdote de San Miguel, D. Isaac Benito. El párroco también subraya que el periodo de permanencia en el nicho es de 75 años, prorrogables por otros 50 sin coste adicional.
Un espacio sobrio, cuya ornamentación y tonalidad favorecen un ambiente propicio para el descanso y la oración. El objetivo de este columbario no es otro que facilitar a las familias un lugar para depositar las urnas con los restos mortales de sus seres queridos: un templo, espacio de devoción y respeto.
Cabe recordar que, aunque la Iglesia católica no se opone a la cremación, si establece que las cenizas de los difuntos han de depositarse en un lugar sagrado. La Santa Sede, mediante un documento de la Congregación para la Doctrina de la Fe publicado en 2016, recordaba las normas establecidas para la sepultura de los fallecidos, así como para la conservación de las cenizas. De esta forma, la instrucción deja claro que las cenizas de un difunto no deben conservarse en el hogar, tampoco esparcirse en el mar, la montaña o cualquier otro lugar de la naturaleza.
Finalmente, D. Isaac Benito subraya que, con el columbario, lo que la parroquia ofrece es, en esencia, "un lugar digno y sagrado para el descanso eterno de las personas de fe".