Adoratrices lanzan un nuevo proyecto contra la trata para promover un entorno protector

El Proyecto ESPERANZA y SICAR cat trabajan por la implantación de un sistema de protección interno, donde el buen trato es el protagonista de las relaciones sin violencia

Adoratrices lanzan un nuevo proyecto especializado en trata para promover un entorno protector

Redacción Religión

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Bajo el marco del sistema de calidad y mejora continua, Proyecto ESPERANZA y SICAR cat, ambos de Adoratrices, trabajan conjuntamente desde marzo de 2019 en la implantación de un sistema de protección interno, que promueva los principios y prácticas de mantenimiento de un entorno seguro.

Este nuevo reto compromete a los dos proyectos a prevenir, reducir y subsanar en su caso, los riesgos y daños que puedan sufrir todas las personas implicadas en estas entidades. También obliga a tratar los incidentes de protección de manera efectiva, de acuerdo con los marcos de referencia y procedimientos autonómicos, estatales e internacionales.

"Hemos dado un paso más para generar un espacio seguro y protector en todas nuestras actividades y relaciones. Se han de generar las condiciones para que el equipo tenga herramientas para cuidarse, atendiendo a las condiciones en las que desempeña su trabajo. Igualmente cuidar de las mujeres, desde un enfoque profundo de atención y respeto. Finalmente, cuidar de las relaciones entre todos los agentes implicados", añade Antonio Rivas, Coordinador de Gestión de Proyecto ESPERANZA y Miembro del Comité de Protección.

"Estamos, por tanto dando cauce a los valores básicos de Adoratrices para crecer en una cultura donde el respeto tiene un componente proactivo, donde el cuidado es transversal a todo nuestro trabajo, donde nos acompañamos para crecer en el concepto de entorno protector", añade Rivas.

"Este proceso nosha llevado a formarnos como equipo para organizar un sistema que impregna todos los procesos, desde la selección, la formación, también la intervención, la organización de espacios y actividades. Estamos siendo acompañados por la consultoría externa, Instituto de Innovación, Desarrollo e Impacto Social para no dejar de crecer y en última instancia poder certificar el sistema", añade Noelia Torres, delegada de protección de Barcelona y Miembro del Comité de Protección.

Los hitos clave en la implantación del Sistema

El primer informe semestral que se elaboró en noviembre de 2020 describe los hitos clave en la implantación del Sistema entre los que destaca la Aprobación en noviembre de 2019 del Código de conducta, Posicionamiento de Adoratrices en materia de protección y buen trato y el Protocolo de actuación de incidencias de protección. Estos tres documentos son los productos esenciales del Sistema Interno de Protección y fueron presentados en la Auditoría realizada la segunda quincena de enero de 2020.

Por otra parte, en junio de 2019, se nombró a los/as representantes del Comité de Protección que se ha reunido periódicamente desde entonces y que vela por el buen funcionamiento del sistema. Además, posteriormente a la realización de la Auditoría de Protección en los meses siguientes se acabó de elaborar alguna documentación esencial del SdPI, como son el Plan de comunicación del SdPI y el Manual de Gestión de Sistema

Durante el mismo período se realizaron también el Manual de Seguridad para proyectos de atención a víctimas de trata de personas de Adoratrices y el Mapa de riesgos que incorporó incluso los riesgos asociados a enfermedades de carácter contagioso que en el nivel más extremo pueden originar situaciones de pandemia como la vivida en el presente año. También, la creación y ejecución de un plan de comunicación interno y externo entre las que figura formación en Madrid y Barcelona, edición de material divulgativo específico del plan (cartelería y dípticos) en diferentes idiomas.

El sistema de protección interno: espacios, actividades y relaciones seguras para promover un entorno protector, de buen trato y cuidado mutuo

En abril de 2020, lograron el primer paso de certificación del sistema cumpliendo con el nivel I de las recomendaciones y buenas prácticas del Instituto de Innovación, Desarrollo e Impacto Social. Según se detalla en el documento de posicionamiento, Adoratrices quiere generar, dentro de su organización, comportamientos coherentes con la protección de las mujeres y constituirse como una organización segura para ellas y sus hijos e hijas menores de edad así como para todas las personas vinculadas a la institución (voluntariado, personal contratado y colaboradores). Por este motivo, hace todo lo posible para prevenir, responder y reportar ante cualquier caso de violencia o sospecha de ésta.

Desde los proyectos pioneros de Adoratrices se considera fundamental que su plantilla y todas las personas e instituciones que trabajan o colaboran con la organización estén concienciadas y comprometidas con el buen trato y la protección de las mujeres y respeten su voluntad como una prioridad en todas sus actuaciones.

Así mismo, se comprometen a brindar formación continua en materia de protección y buen trato a todas las personas trabajadoras así como personas voluntarias y colaboradoras que mantengan una relación directa con la entidad. Esta política de protección se aplica a todas las personas trabajadoras de los proyectos de Adoratrices, comunidad religiosa, estudiantes en prácticas y voluntariado, y por otra parte al personal colaborador, prestadoras de servicios y contrapartes, siempre que mantengan una relación directa con los proyectos de Adoratrices.

El objetivo de Adoratrices con el documento de posicionamiento es la creación de las condiciones necesarias para promover, proteger y cumplir los derechos de las mujeres e hijos menores de edad, en su casos, trabajadores/as, colaboradores/as de los proyectos.

El código de conducta que redactó el Comité de Protección de Adoratrices en noviembre de 2019 es un documento interno que recoge unos principios rectores y normas de actuación con el fin de promover un entorno seguro. Las personas firmantes se comprometen al cumplimiento de estas acciones de buen trato hacia las mujeres como a niños, niñas y adolescentes.

Es imprescindible fortalecer un entorno protector visibilizando los distintos tipos de violencia, su nombre y qué implica para fortalecer ese ecosistema de cuidado mutuo como puedan ser un descuido o trato negligente, la violencia psicológica, la violencia física, abuso sexual, acoso laboral o mobbing, el ciberacoso (ciberbullying), la tortura y tratos inhumanos o degradantes, las prácticas perjudiciales o violencia comunitaria o la victimización secundaria o revictimización.

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