Así contaba ECCLESIA el encuentro de Juan Pablo II con los jóvenes en el Bernabéu: "Llegaban de todas partes"

Emilio Zuñeda, en 1982 redactor en la Revista ECCLESIA, escribía sobre este histórico encuentro: "El Papa fue, a buen seguro, el primero de los desconcertados y sorprendidos"

Así narraba ECCLESIA el encuentro de Juan Pablo II con los jóvenes en el Bernabéu: "Llegaban de todas partes"

Santiago Tedeschi Prades

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El 3 de noviembre de 1982, Juan Pablo II vivió en Madrid uno de los encuentros más esperados de todo el viaje. Estaba prevista a las 18:30h de la tarde el encuentro con los jóvenes españoles en el Estadio Santiago Bernabéu.

“Es éste uno de los encuentros que más esperaba en mi visita a España. Y que me permite tener un contacto directo con la juventud española, en el marco del estadio Santiago Bernabéu, testigo de tantos acontecimientos deportivos”, dijo el mismo Karol Wojtyla al empezar su discurso en el estadio.

Así escribía Emilio Zuñeda, en 1982 redactor en la Revista ECCLESIA, sobre el encuentro con los jóvenes: “El Papa fue, a buen seguro, el primero de los desconcertados y sorprendidos. Alegre sorpresa, por cierto. Y no porque sea novato en estas lides, que sobrada experiencia tiene, al cabo de tantos viajes, este Juan Pablo II en eso de los encuentros multitudinarios”.

“Con todo y pese a todo, el Papa no se lo esperaba. Juan Pablo II no se esperaba lo del otro día en el estadio Santiago Bernabéu, tal vez porque los informes que sobre este capítulo se enviaron a Roma, con el fin de preparar la visita, por realistas, se habían convertido en pesimistas. No dirían, ciertamente, que la juventud española es la maravilla de las maravillas. Eso sería equivocado. La española es una juventud con problemas”, escribía Emilio Zuñeda.

Aún así, “desde todas las ciudades y pueblos de España los jóvenes reclamaban invitaciones para estar junto a su Papa – el Papa de la juventud – en aquella inolvidable tarde de noviembre. Llegaban de todas partes: de Andalucía y de Galicia, de Cataluña y de Asturias […] había banderas y pancartas de todos los rincones del país. Habían venido en trenes y en autobuses y también “a dedo”, con su cantimplora y su bocadillo debajo del brazo”.

El redactor de ECCLESIA recuerda que desde las primeras horas de la mañana, los alrededores del estadio eran “un hormiguero”: “Un hervidero de juventud que a media mañana ya se había desbordado y lo llenaba todo en varios kilómetros a la redonda. A las 17h de la tarde se cerraron las puertas del estadio. Se había llenado hasta la bandera. Todo, gradas y césped, rebosaba juventud. Y afuera, en la calle, varios cientos de miles más tuvieron que conformarse con ver al Papa a través de las pantallas de vídeo”.

Esa tarde de noviembre “fue una demostración que los jóvenes no “pasan” del Papa tanto como se dice y esperan del Evangelio mucho más de lo que parece. El otro día, el Papa ganó en el Bernabéu. Tal vez porque, aunque le han hecho socio del Barcelona, paradójicamente era como si jugara en casa”.