Así será en Galicia la catequesis en tiempos del COVID-19: presencial, grupos burbuja y no más de 45 minutos
Las diócesis gallegas publican un protocolo con orientaciones para llevar a cabo esta actividad
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El Equipo de Catequesis de Galicia, que integran los delegados episcopales de las cinco diócesis gallegas (Santiago, Mondoñedo-Ferrol, Lugo, Orense y Vigo) acaba de publicar el Protocolo para Catequesis en Tiempos de Nueva Normalidad, esto es, una serie de orientaciones para que se pueda desarrollar esta actividad tan importante para la iniciación cristiana de niños, adolescentes y jóvenes. Medidas que permitirán, salvo que se produzcan cambios significativos en la situación sanitaria, que la catequesis pueda ser presencial y comunitaria.
El documento, como se puede leer en el semanario católico de información, Alfa y Omega, va dirigido a párrocos y catequistas y que tendrá que ser adaptado a las circunstancias de cada parroquia, ofrece recomendaciones sobre el inicio de curso; las inscripciones; los espacios; los tiempos; la organización de los grupos; las modalidades; los materiales, recursos e instrumentos; y la celebración de la Eucaristía.
Así, el protocolo sugiere que la catequesis comience tras la festividad del Pilar, de modo que se puedan valorar cómo han funcionado las medidas en los colegios y su posible aplicación a la catequesis. Un tiempo que se puede aprovechar para reuniones de catequistas, encuentros con padres, inscripciones, preparación de espacios…
Para la inscripción, se pide que se dé prioridad a las inscripciones por vía telemática, ya sea a través de las webs de las parroquias o del correo electrónico y añade que si no hay otra posibilidad de hacerlo que la presencial deberá extremarse el cuidado y la higiene. Además, el protocolo abunda en la importancia de recoger los datos de contacto de los padres – teléfono, correo electrónico, redes sociales – así como el permiso para usarlos para el envío de comunicaciones y materiales.
En lo que se refiere al espacio, recomienda que estos sean lo más abiertos, amplios y ventilados posible y recuerda que deberán ser higienizados antes y después de cada sesión. En cada uno de ellos deberá constar el aforo y la señalización para una entrada y salida ordenada. Además, deberán contar con gel hidroalcohólico y alfombrillas sanitarias y será obligatorio el uso de mascarilla.
Grupos burbuja y sesiones de 45 minutos
Para que no se produzcan aglomeraciones, los grupos y sesiones serán distribuidas a lo largo de la semana si fuera necesario porque la parroquia no cuenta con las salas suficientes. Además, piden que las sesiones se reduzcan y no superen nunca los 45 minutos.
Los grupos deberán ser pequeños – no más de nueve niños – y estables, a modo de grupo burbuja. Se asegurará la catequesis en las franjas sacramentales (bautismo y primera comunión de niños en edad escolar y confirmación).
Alternativas a la catequesis presencial
En cuanto a las modalidades de catequesis, la presencial será preferente, aunque también habrá que tener en cuenta la familiar si la situación sanitaria así lo aconseja. Es por esta razón por la que se insiste en contar con todos los datos de los padres.
Desde la Catequesis de Galicia también se ha tenido en cuenta que pueden darse situaciones en las que las condiciones permiten la catequesis de forma presencial pero la parroquia no tiene recursos para ello. Así, ofrece varias alternativas: la catequesis semipresencial, que alterna la presencial y la familiar, siendo las sesiones presenciales las celebrativas, y la catequesis intergeneracional, dirigida a niños de varias edades.
El protocolo también hace referencia a los materiales y recursos para la catequesis – promoverá el proyecto #ElCatecismoseQuedaEnCasa –, a la celebración de la Eucaristía – se deberán seguir los protocolos ya establecidos – y a los catequistas – habrá que aumentar el número y deberán intensificar el acompañamiento a los padres –.
Concluye con una llamada a la responsabilidad: a que las familias se comprometan a que sus hijos vayan con mascarilla y cumplan las medidas, que comprueben que no presentan síntomas y que no acudan si tienen síntomas o alguna sospecha de contagio.