Bernardito Auza asegura que pese "a las apariencias contrarias", el hombre de hoy anhela la búsqueda de Dios
Durante la ordenación episcopal de Gerardo Villalonga como obispo de Menorca, el Nuncio Apostólico en España recuerda que la tarea esencial de un obispo es "enseñar la fe"
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El Nuncio Apostólico de España, Bernardito Auza, ha agradecido a Francesc Conesa Ferrer “su entrega al servicio” de la diócesis de Menorca, sede que desde este sábado, 22 de abril, encabeza Gerardo Villalonga tras recibir la ordenación episcopal.
Durante la homilía, Auza ha reivindicado la historia de la diócesis insular, recordando que fue evangelizada en los primeros tiempos del cristianismo: Las excavaciones realizadas hasta el día de hoy nos asoman como prueba de ello en los hallazgos de las basílicas paleocristianas en la isla. Las piedras son testigos del transcurso floreciente de la fe católica”, ha asegurado.
En este sentido, el representante de la Santa Sede en nuestro país, ha calificado de “pueblo acogedor” a los fieles que integran la diócesis de Menorca, enriqueciéndose “por el paso de muchas civilizaciones”. “No hay problemas de convivencia”, ha agregado Bernardito Auza.
Una diócesis familiar de la que Gerardo Villalonga será su pastor. El sacerdote, como ha recordado el Nuncio, conoce bien la sede balear, de la que fue primero presbítero, luego Vicario General y en dos ocasiones su administrador diocesano, puesto que ha ocupado hasta este sábado.
"Enseñar la fe", la tarea principal de un obispo
Durante su intervención, el filipino ha recordado cuando en algunas entrevistas, Villalonga manifestaba que lo suyo “no fue una vocación tardía, sino un ingreso tardío”. Y es que como ha indicado el Nuncio Apostólico, el desde hoy obispo de Menorca había querido ser desde pequeño o maestro o cura.
Dos ocupaciones, ha puntualizado Bernardito Auza, que van muy unidas en la figura de un obispo: “El ministerio de enseñar la fe es la primera entre todas las tareas principales episcopales. Entre los principales oficios de los obispos se destaca la predicación del Evangelio. Esa predicación se dirige a suscitar la fe y fortalecerla. Los obispos son los pregoneros de la fe que ganan nuevos discípulos para Cristo y son los maestros auténticos, o sea los que están dotados de la autoridad de Cristo”, ha expresado.
"En el hombre de hoy hay angelo a la verdad sobre Dios"
Así las cosas, el Nuncio Apostólico en España ha pedido a Gerardo Villalonga que dé su vida por entregarse a los fieles del pueblo de Menorca, y ha enumerado algunas de las prioridades. Entre ellas ha destacado “el cuidado y promoción de las vocaciones sacerdotales” y la llamada “evangelización a todos y en todos los niveles”.
Y es que como ha aseverado Bernardito Auza, el hombre de hoy está deseoso de encontrar a Dios pese a las apariencias contrarias: “En el hombre de hoy también hay un anhelo de verdad, a la verdad sobre Dios, sobre uno mismo y sobre los valores indispensables para la construcción de un mundo mejor para todos. A pesar de las apariencias contrarias, el hombre de hoy siente intensamente la cuestión de Dios”.