Cáceres abre el jueves el Año Jubilar del centenario de la Virgen de la Montaña: "Momento especial"
El obispo de la diócesis Coria-Cáceres, Jesús Pulido, ha subrayado la Virgen de la Montaña "es el orgullo de este pueblo y con sólo nombrarla se ensancha el pecho"
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La apertura de la Puerta Santa del santuario de la Virgen de la Montaña y una misa en la explanada este jueves, 12 de octubre, abre el Año Jubilar del centenario de la coronación canónica de la patrona de Cáceres, que se celebrará hasta el 12 de octubre de 2024, y cuyo jubileo puede ganarse tanto en el santuario como en la concatedral de Santa María, donde se celebra cada año el Novenario, fiesta de interés turístico regional.
Así, el día 12 a las 17h, se celebrará una Eucaristía en la explanada del santuario después de la procesión de la imagen de la Virgen de la Montaña hasta el templete, donde lucirá un manto de color rojo junto al Cristo de la Salud, que también presidirá el altar adornado con claveles rosas y blancos, y con la música del Orfeón Cacereño.
Este será el acto de arranque del Año Jubilar que el Papa Francisco ha concedido con motivo del primer centenario de la coronación de la Virgen de la Montaña, un hecho que tuvo lugar en 1924 en la Plaza Mayor frente a miles de cacereños, y que, en esta ocasión, se celebrará como Año Santo con el lema 'Has hecho obras grandes por mí'.
Al día siguiente, el viernes 13 de octubre, a las 18h horas se procederá a la apertura de la Puerta Santa de la concatedral de Santa María en un acto en el que se contará con la actuación del Coro Isaac Albéniz.
Todos estos detalles se han dado a conocer este lunes en una rueda de prensa en la que ha participado el obispo de la diócesis Coria-Cáceres, Jesús Pulido; el coordinador de las cofradías del Obispado, Francisco Javier Romero; y el mayordomo de la Cofradía de la Virgen de la Montaña, Joaquín Floriano.
Romero ha explicado que el jubileo se podrá alcanzar tanto en el santuario como en la concatedral con la condición de "peregrinar a uno de los dos templos para participar en una eucaristía, recibir los sacramentos de la confesión y la comunión y rezar por las intenciones del Papa Francisco".
Durante todo este año, la cofradía quiere que la imagen salga de su santuario no solo en el Novenario tradicional, que comenzará el 24 de abril con la bajada de la imagen, sino que visite parroquias de la periferia de la ciudad, como la de Aldea Moret o Mejostilla entre otras, así como centros de mayores, hospitales y el centro penitenciario, para hacer del Año Jubilar "algo de todos los cacereños".
"Nuestra intención, por ser algo histórico, es que la Virgen de la Montaña se desplace a donde no pueden ir muchos de los cacereños. También es cierto que queremos ir a más sitios, la Virgen tiene que estar presente en todos los sitios, porque es nuestra madre, la madre de todos, de los enfermos, de los mayores, de los presos, de los que están apartados en las cunetas de la vida", ha explicado Floriano.
Floriano ha incidido en que la intención es que en todos esos sitios se sienta que "la Virgen está presente, que la Virgen está con ellos, que la Virgen no los va a olvidar". "Y por eso queremos llevarla a todos esos sitios, incluidos si puede ser los conventos de las monjas de clausura, que ellas también la sientan como suya", ha apuntado.
"Queremos que sea algo participativo, donde también haya cosas lúdico festivas, no cabe duda, para personas mayores, para jóvenes, para que todo el mundo se siente implicado", ha recalcado Floriano, que ha explicado que el Novenario se celebrará de forma habitual y que el obispo será el predicador en esta ocasión, por lo que será ya, a partir de septiembre del año que viene, cuando empiece el peregrinaje de la imagen para acercarla a diferentes sitios antes de culminar el Año Santo.
Por su parte, el obispo Jesús Pulido, ha recordado que el Año Jubilar, además, coincide con los 400 años de la llegada de la imagen de la Virgen de la Montaña a la ciudad ya que se estima que, entre 1620 y 1626 el eremita Francisco Paniagua comenzó a construir la primera capilla y el aumento de la devoción a la virgen hizo que se convirtiera más tarde en un santuario que acoge a la patrona de Cáceres, "orgullo y patrimonio de todo un pueblo", y un "tesoro inmaterial de la ciudad".