El curioso hallazgo que ha permanecido escondido durante siglos en la Catedral de Palencia
El edificio ha revelado la existencia de un tesoro artístico de hace más de cinco siglos y que había pasado desapercibido hasta nuestros días
Madrid - Publicado el - Actualizado
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La Catedral de Palencia ha revelado un hallazgo asombroso escondido a la vista durante más de cinco siglos. Durante las obras para su mejora, el edificio ha revelado que posee unos tesoros artísticos e históricos desconocidos. Se trata de unas pinturas, que datan del siglo XV, y que se encuentran en estado "muy aceptable", según la agencia Europapress. Representan a un ángel mostrando el escudo del obispo Diego Hurtado de Mendoza y Quiñones, que fue prelado en Palencia desde 1473 a 1485, cuando pasó a ser arzobispo de Sevilla.
Las obras que se están llevando a cabo en la catedral de Palencia han dejado al descubierto unas pinturas góticas de finales del siglo XV en un fuste románico ubicado en el exterior del muro que cubre la capilla mayor, en la nave del evangelio, entre los retablos de la aparición de Jesús resucitado a su Madre santísima, y el de Santa Polonia, y justo, enfrente de las capillas de San Sebastián y de San Jerónimo.
Según ha informado la diócesis palentina en un comunicado, las pinturas pueden fecharse en torno a 1485 y representan un ángel mostrando el escudo del obispo don Diego Hurtado de Mendoza y Quiñones, hijo del primer conde de Tendilla, nieto del marqués de Santillana, don Iñigo López de Mendoza y de la Vega.
Las pinturas se conservan en un estado "muy aceptable" a pesar de haber sido revocadas con cuatro capas. Predominan los colores rojo, blanco, verde, amarillo y azul y en el hábito del ángel el color marrón franciscano, aunque se han perdió los colores azules del fondo. Además, aparece el cordón con los tres nudos típicos de la misma orden enmarcando la escena y simulando un arco ojival.