Elena, Eloi y Guille: así es su día a día en Liubliana preparando el Encuentro Europeo de Taizé
A un mes de que comience el 46º Encuentro Europeo en la capital eslovena, los tres jóvenes españoles comparten sus emociones: "Estamos en buen camino"
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Al final de cada año, varios miles de jóvenes adultos de diversos países y confesiones se reúnen durante cinco días en una gran ciudad europea para rezar y compartir la vida de la gente y de las comunidades eclesiales locales. Después de Madrid, Breslavia, Turín y Rostock, el 46º Encuentro Europeo organizado por la Comunidad de Taizé tendrá lugar del jueves, 28 de diciembre de 2023, al lunes 1 de enero de 2024 en Liubliana, capital de Eslovenia.
Pero, ¿cómo se preparan estos encuentros? ¿Quiénes son los protagonistas que, desde el mes de septiembre, recorren la ciudad y los pueblos cercanos, para que las parroquias puedan acoger a los peregrinos de toda Europa? Elena, Eloi y Guille son tres jóvenes españoles que, tras vivir unos meses como voluntarios en Taizé, han decidido irse a Liubliana para preparar el 46º Encuentro Europeo. Obviamente, no están solos: son parte de un equipo de nueve voluntarios de toda Europa, tres hermanos de Taizé y dos hermanas de San Andrés, una congregación católica internacional que vive de la espiritualidad ignaciana.
El testimonio de Elena
Elena, la joven española de Jerez de la Frontera, tenía claro desde el primer momento que quería seguir viviendo en comunidad “como cuando estaba haciendo el voluntariado en Taizé”: “El año pasado estuve tres meses de voluntaria y sentía que necesitaba pasar más tiempo allí. Y como estoy en una etapa en la que quiero aprender de cómo viven otras culturas y comunidades, unirme al equipo de Liubliana me proporcionaba continuar aprendiendo de vivir en comunidad con los voluntarios, los hermanos de Taizé y las hermanas de San Andrés que nos acompañan, a la vez que podía aprender de cómo viven los eslovenos su día a día y su fe”.
Al fin y al cabo, esto es un Encuentro Europeo. Para Elena, “una peregrinación para todos aquellos europeos, y gente también de otros países del mundo, que quieran venir a conocer cómo viven su fe, la gente local y cómo es la Iglesia en este país”.
El día a día en la capital eslovena
El día a día en la capital es realmente un no parar: “Al igual que en Taizé tenemos la oración de la mañana y del mediodía junto con el resto del equipo. Luego nos pasamos la mañana en el centro de preparación con reuniones para ver cómo va la preparación de la acogida en las parroquias, respondiendo a correos y llamando a los distintos equipos. Comemos todos juntos y por la tarde nos separamos y cada uno va a sus parroquias para tener reuniones con los equipos, oraciones y muchas veces nos invitan a otros eventos de la Iglesia local”.
¿Cómo es la vida de la Iglesia en la capital eslovena? Elena subraya que “es bastante similar a como lo he vivido yo en España: la gente es principalmente católica, hay muchas misas y sobre todo me ha sorprendido concretamente ver a muchos grupos de jóvenes en las parroquias que suelen reunirse los viernes por la noche. La vida de los adolescentes y de los jóvenes universitarios suele ser en torno a su parroquia el fin de semana”.
Las palabras de Eloi: "Estamos en buen camino"
Eloi tiene 29 años, es de Sabadell y, al igual que Elena, ya estaba pasando unos meses en Taizé y decidió alargarlo cuando le propusieron preparar el Encuentro Europeo en Liubliana: “Quería descubrir cómo puede funcionar ese estilo de vida que tenemos en Taizé, pero fuera, en una ciudad”.
El joven cree que la preparación va “bastante bien” […] “creo que estamos al día con todo lo que hay que preparar, entre los contactos en las parroquias que van a acoger a los peregrinos, algunos temas de logística […] estamos en buen camino […] al fin y al cabo ha sido conocer a la gente de cada parroquia y ver como empezar esta aventura juntos”.
Hace dos semanas se pudo vivir en el centro de preparación un encuentro con todos los grupos que se están formando en las parroquias para acoger a los peregrinos: “Ha sido una buena oportunidad para estar en la misma página, para revisar que todo el mundo esté andando a la vez y ha sido bonito ver a todos los grupos pasando por el centro de preparación y hablar de muchas situaciones como el transporte o las oraciones [...] ha sido una buena experiencia y creo que estamos todos más tranquilos”.
¿Cómo se imaginan el próximo 26 de diciembre?
Guille es el más joven de los españoles, tiene 26 años y viene de Málaga. Le pidieron de ir a preparar al encuentro y al principio se sorprendió un poco: “No estaba muy seguro, pero luego pensé que tenía tiempo, otros voluntarios me lo recomendaban y vi que era una experiencia muy positiva de unos cuantos meses para seguir llevando el espíritu de Taizé a otras partes y sobre todo poder conocer a una ciudad tan diferente, con gente diferente, pero con muchas ganas de poder conectar con ellos en lo que tenemos en común”.
Vivir con mucha gente proveniente de toda Europa conlleva también una diferencia de culturas y de caracteres muy grande, pero el clima en el equipo sigue siendo muy bueno: “Es verdad que todos estamos muy acostumbrados en tener experiencia internacional viviendo en Taizé y, aunque es verdad que a veces las diferencias hacen más difícil la convivencia, es bonito ver como nos juntamos en esto y disfrutamos de la cultura de cada uno”.
Preguntando sobre cómo se imagina el próximo 26 de diciembre, cuando llegarán miles de voluntarios, dos días antes de la gran acogida de más de 4.000 peregrinos, Guille confiesa sus nervios, “pero también estaré muy emocionado sobre todo por la alegría de compartir este encuentro tan bonito que estamos preparando”.