Francisco, el único español que se confesó con el Papa Francisco en la JMJ: "Nos miramos a los ojos"
Francisco Valverde recuerda en COPE cuando le comunicaron que sería el joven afortunado en confesarse con el Pontífice: "Al principio pensaba que era una broma"
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Francisco Valverde es un joven de 22 años que acudió a la JMJ de 2023. Allí, en Lisboa, donde acudió con el comité de organización, recibió el sacramento del perdón por el Papa Francisco.
Nos contaba en COPE sobre su infancia, él viene de una familia cristiana, sus padres, le han educado siempre según la fe católica, no recuerda haber vivido ningún momento alejado de Cristo, a pesar de que es inevitable vivir momentos de sequía en nuestro camino de fe. Francisco, sobre esta cuestión nos decía lo siguiente: “En los jóvenes hay un momento crucial en la vida de fe, tenemos que desprendernos de la fe transmitida para empezar a vivirla por nosotros mismos, en primera persona, es un momento fundamental cuando uno adopta su propia fe”. Nos contaba que aquellos que le permitieron perseverar en su relación con Dios fueron las realidades juveniles de las parroquias.
Una propuesta imprevista
La JMJ fue para él una propuesta imposible de rechazar, aun así, llegó un imprevisto. Le propusieron participar en el grupo de comité de la organización de la JMJ. Surgió de la forma más trivial del mundo, nos decía. Él estaba en su ciudad, Córdoba. Al principio le pareció una idea absurda, algo que no pasaba por su mente ya que tendría que desplazarse previamente allí, a Lisboa y enfrentarse a situaciones desconocidas para él. Poco a poco se iba haciendo presente que su sitio estaba allí, por lo que cedió y se fio. Sobre el discernimiento para tomar la decisión no decía en COPE: “El señor va poniendo las luces que te van indicando el camino y por eso aposté por esta idea”.
Francisco durante la entrevista contaba la necesidad que tienen los jóvenes de conocer a Cristo. No vale cualquier forma, los jóvenes son auténticos y necesitan de autenticidad, nos decía: “Los jóvenes por naturaleza somos inconformistas, ponemos el grito en el cielo, algunas veces miras hacia dentro y ves que si realmente quieres un cambio el cambio empieza por ti, desde dentro y tal vez pueda extrapolarse así hacia afuera” Fue por este motivo por el que Francisco comprendió que no podía quedarse de brazos cruzados, nos dijo en COPE: “Mi frente de batalla estaba en Lisboa”. Solo gracias al ejercicio de sinceridad que realizó en oración pudo darse cuenta de que su vocación estaba en servir en la JMJ.
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La confesión con el Pontífice
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En cuanto a la confesión con el Papa Francisco, Francisco nos comentaba que al principio, cuando se lo comunicaron, pensaba que era una broma, pero que poco a poco fue dándose cuenta de que era cierto. Le llamaron por teléfono diciéndole que era el escogido, sin ningún motivo particular. Francisco durante la entrevista en COPE bromeaba diciendo: “Buscaban un pecador y aquí hay uno premium”. Él fue poco a poco siendo consciente de que no fue casualidad que le ocurriera aquello, su sí a Dios, estar en el momento adecuado y el sitio adecuado le llevaron a tal privilegiado regalo.
Él no fue a Lisboa buscando ser confesado por el Papa, jamás se habría imaginado algo así, pero nos decía, que, al final el Señor siempre tiene algo preparado más grande de lo que nosotros podemos soñar. El día antes de la confesión estaba muy nervioso, apenas pudo dormir. Cuando llegó el momento tan esperado de acudir con el Papa se le quedó grabada la mirada que se encontró. Su simpatía, su cariño, nos decía en COPE: “Tuve la suerte de que nos miramos a la cara, nos miramos los dos a los ojos, y vi la misericordia, a Pedro en la tierra. Me sentí querido por la Iglesia y a pesar de que soy pecador me sentí perdonado, libre de culpa. Para mi la JMJ significa un punto de referencia al que volver, un lugar donde uno verdaderamente se ve querido, donde uno descubre la entrega. Me ha permitido no estar huérfano de recuerdos, me ha dotado de una identidad nueva, mi fe no está huérfana”.
El Papa Francisco durante la confesión bromeó a Francisco, así nos lo contaba durante la entrevista: “Desde el primer momento bromeó conmigo, con el color de mis calcetines, me dijo que iba a llegar a obispo, lo recuerdo con mucho cariño. No hay día en este año que no lo haya recordado porque ya es parte de mi identidad
Cuidar los frutos de la JMJ
Por último Francisco nos estuvo hablando de la necesidad de cuidar los frutos que la JMJ había dado. Nos decía: “Tenemos que poner el grito en el cielo”. Nos explicaba que tendemos a la negatividad, pero que este aire joven nuevo es capaz de transformar lo que sea, que: "No podemos permitir que se apague el fuego que un día se prendió en Lisboa"
Francisco se dio cuenta durante la JMJ de lo siguiente: “Los jóvenes necesitan que les miren y les amen con lo que son, que les hablen con sinceridad, estamos hartos de mensajes superfluos, necesitamos que nos miren sin juzgarnos y que nos tiendan las manos, que nos traten como adultos, pero también como niños. El mundo está sediento de que no nos busquen por obtener algo a cambio, necesitamos que estén dispuestos a querernos de verdad. Cuando vemos un ejemplo de verdad que no busca nada a cambio, es un ejemplo evangelizador. No te hablan de la alegría sino que ves la alegría, eso es un elemento detonador porque les ayuda a los jóvenes a cuestionarse todo, algo muy necesario en la sociedad actual”.