Hammid, más de 30 años en España y ayudando a los migrantes: "¿Cuántas vidas se han perdido en el mar?"

En momentos en que el Papa Francisco nos invita a construir el futuro junto a las personas migrantes y refugiadas, la Comunidad de San Egidio ha recordado este domingo a los 4.768 hermanos que han perdido la vida en peligrosas travesías de esperanza en el Mediterráneo, en el Atlántico y en las diferentes rutas migratorias desde septiembre de 2021 hasta la fecha.

Asimismo, han recordado a los 62.392 muertos y desaparecidos que tenían la esperanza de encontrar ese futuro junto a nosotros, pero que en lugar de acogida encontraron la muerte desde 1990 hasta hoy.

No son una estadística. Son vidas, nombres propios e historias desgarradoras como la de Loujin, la niña siria de 4 años que murió en una embarcación en el Mediterráneo y cuyas últimas palabras antes de morir después de diez días de naufragio fueron “mamá tengo sed”. Refugiados que no encontraron refugio como el egipcio Guerguís, o los sudaneses Abdú Román, Ayud ahogados junto a otras 70 personas en aguas de Libia y Malta, pero también aquellos que han fallecido en la ruta canaria, en el mar de Alborán, en el Canal de la Mancha, en las fronteras del Este de Europa o en el desierto de Níger.

ECCLESIA ha tenido la oportunidad de hablar con Hammid, viene de Marruecos y lleva en España ya muchos años. Se casó en Madrid con su mujer y trabajó de traductor e interprete ayudando a los migrantes que todavía no hablan español. Seguramente Hammid no vivió las circunstancias que hoy puede tener un joven refugiado que llega hoy a España, pero tiene claro que “la iniciativa de acoger a los migrantes tiene que elaborarse con un Plan de Acción Nacional de Integración”.

Hammid aplaude el trabajo que están haciendo muchas ONG, “el señor cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, la Comunidad de San Egidio”, pero cree que en los próximos meses habrá muchos “movimientos de inmigración: de África, de Europa misma por la situación en Rusia. Por eso hay que elaborar un plan eficaz para este colectivo”.

Para Hammid, España ha sido también un país de inmigrantes: “Muchos jóvenes se han ido a trabajar a Alemania, a Francia, a Estados Unidos […] durante más de 30 años he sido testigo que todos los gobiernos que han ido pasando, cada uno ha optado por hacer un plan para integrar a los migrantes porque han entendido que el futuro de Europa también pasa por ellos”.

Asimismo, Hammid subraya que en Europa puede haber una saturación y una de las soluciones podría hacer un plan de acción “in situ”: “A los países africanos hay que ayudarles allí y los que entran aquí tienen que entrar de forma legal. ¿Cuántas vidas se han perdido tratando de llegar a Europa? Y es una pena, son seres humanos y tenemos que ser conscientes de ellos y evitar que vuelva a pasar”.