El trabajo que desarrolla la Iglesia para visibilizar el problema de la trata: "Forma moderna de esclavitud"
La Conferencia Episcopal Española dispone de un departamento de trata de personas con el fin de buscar intergrar a la sociedad a aquellas mujeres que son víctimas de la trata
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La Iglesia atiende a un total de 24.000 mujeres víctimas de la trata gracias a los más de 120 centros con los que disponen, donde trabajan con para que abandonen el mundo de la prostitución en favor de su dignidad, integración, protección y promoción.
Un trabajo que se enmarca dentro de la Subcomisión Episcopal para las Migraciones y la Movilidad humana, dedicada a atender a todos los grupos de personas que, por diversos motivos, están vinculados al trabajo sobre las migraciones y la movilidad humana. Por eso, esta subcomisión está integrada en diversos departamentos que acompañan a migrantes y refugiados,MENAS, víctimas de la trata de personas, la población gitana, las gentes del mar, los feriantes y circenses, así como la la pastoral de carretera y de turismo.
VISIBILIDAD AL PROBLEMA
La directora del departamento de Trata de Personas, María Francisca Sánchez Vara, ha explicado a ECCLESIA que la iniciativa de la CEE de crear este departamento se remonta años atrás, cuando comenzaron las investigaciones sobre la situación de la trata en España. También era necesaria su puesta en marcha en función a las "orientaciones que vienen de Roma y con el pontificado del Papa Francisco, que insiste mucho en esta realidad desconocida y que ha mostrado su preocupación en tas ocasiones", ha justificado. Francisco lo califica como una “moderna forma de esclavitud”.
ACOMPAÑAMIENTO Y EDUCACIÓN
Sánchez ha explicado cómo la Iglesia y casi todas las congregaciones religiosas ofrecen recursos de acompañamiento e intervención a las víctimas para facilitar su proceso de inserción a la sociedad. Aparte de trabajar directamente con las víctimas, el departamento de trata de personas busca visibilizar, concienciar, sensibilizar de esta realidad y dar a entender que todos podemos solucionar este problema.
La directora del departamento de Trata de Personas, del episcopado, ha agregado que “cuando una realidad no se conoce no se puede combatir. Cuando no se conocen las causas no se puede hacer un trabajo de prevención”.
Para ello el departamento de la CEE crea y difunde recursos: “Creamos materiales didácticos para trabajar con jóvenes en los colegios y los institutos”, ha ejemplificado. Trabajan junto a colegios y parroquias en nuevas unidades didácticas basadas en testimonios directos víctimas del trata de personas.
INTERNET Y SUS CONSECUENCIAS
De cara al Día mundial contra la trata el 30 de julio, la ONU puso foco en nuevas tecnologías y riesgos que tiene para captar a las nuevas víctimas. “A raíz de la pandemia ha incrementado lo que es la captación por internet, es muy fácil caer en redes de trata que captan a través de estos medios”, ha justificado Sánchez. Sin embargo, algo en lo que sí ha contribuído esa conectividad ha sido en víncular los distintos departamentos a nivel europeo y americano que gestionan los movimientos de trata de personas.