La Iglesia valenciana ofrece casas de espiritualidad, retiros y convivencias para combatir el coronavirus
La diócesis levantina se ha convertido en la capital de la solidaridad
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Madrid - Publicado el - Actualizado
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La Iglesia valenciana toma la delantera. Como ya ocurriera durante la crisis del Aquarius, la diócesis levantina se ha convertido en la capital de la solidaridad y la colaboración con las autoridades para hacer frente a la pandemia del coronavirus. El cardenal Antonio Cañizares ha escrito al presidente de la Generalitat, Ximo Puig, para poner a disposición de la Administración “las casas de ejercicios y los templos que fuesen necesarios para la asistencia sanitaria que se requiera”.
En la carta, el purpurado manifiesta al presidente "mi cercanía y solidaridad" ante "la emergencia sanitaria en la que estamos inmersos", y ofrece los recursos de la diócesis "para cualquier otra necesidad que estuviera en mis manos para prestar la ayuda requerida".
Casas de retiro y parroquias
La idea es ofrecer posibles espacios que pudieran ser de utilidad, como las casas de espiritualidad, retiros y convivencias, así como templos de grandes dimensiones, para que se pudieran utilizar para diversas actividades, desde prácticas clínicas a selección o cuidado de pacientes, de manera inmediata.
El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, llamó a Cañizares para agradecerle el ofrecimiento, y valorar los posibles escenarios de colaboración. Ya este fin de semana el presidnte valenciano mantuvo una conversación con el purpurado para agradecer a la Iglesia valenciana "su buena disposición y colaboración para hacer frente a la situación derivada del brote pandémico por coronavirus".
Acogida a los sin techo
Los primeros pasos ya se están dando. Así, Cáritas Valencia reabrirá el centro de acogida nocturno para albergar a personas en situación de sin hogar en València, en colaboración con el Ayuntamiento de la ciudad. El centro de noche San Esteban que fue inaugurado el pasado mes de diciembre, había permanecido al máximo de su capacidad (22 plazas) durante todas las noches en que se mantuvo abierto.
Cáritas Valencia mantendrá este recurso abierto «mientras sea necesaria la atención a las personas en situación de mayor vulnerabilidad durante este periodo de alarma establecido por el Gobierno para evitar la propagación del virus Covid-19», tal como ha explicado el director de la institución, Ignacio Grande.
El centro de noche San Esteban estará abierto las 24 horas del día para que las personas acogidas puedan pasar la cuarentena. El centro, de acceso libre complementa los otros recursos para personas en situación de sin hogar que la institución, así como la Administración y otras entidades desarrollan en la ciudad. Atención continuada en otros proyectos y en las Cáritas parroquiales Asimismo, Cáritas Valencia mantiene en funcionamiento sus proyectos de atención a las personas en situación más vulnerable.
La residencia hogar Mare de Déu dels Desemparats i dels Innocents, de reciente apertura, sigue atendiendo a sus 24 menores residentes, cumpliendo en todo momento las recomendaciones sanitarias e higiénicas para evitar el contagio entre los acogidos y el personal contratado. Además, el medio centenar de personas atendidas en las 21 viviendas para personas migrantes, mujeres en contexto de prostitución, personas y familias en situación de sin hogar, se mantendrán estos días en confinamiento y serán acompañadas, de forma telefónica, por el voluntariado y el personal responsable de cada vivienda.
Por su parte, muchas de las Cáritas parroquiales de la diócesis han reorganizado sus servicios y algunas atender de forma telefónica las urgencias, aunque algunas otras abren, respetando las normas de seguridad. Respecto a los economatos, los hay también que mantienen sus puertas abiertas, algunos también con teléfono para las emergencias y en otros, se ha decidido mantener el cierre.
El comedor social de Benimaclet ha reorganizado su sistema de reparto de alimentos para que las 50 personas beneficiarias puedan cocinar en casa. Está previsto que preparen paquetes en el comedor y se lleven a las parroquias de la zona para que estas realicen el reparto a las familias y evitar las aglomeraciones.
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