El joven cristiano que murió para evitar una masacre en su parroquia

El joven pakistaní Akash Bashir murió en 2015 y evitó un atentado terrorista suicida en su parroquia

El joven cristiano que murió para evitar una masacre en su parroquia

Redacción Religión

Publicado el - Actualizado

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El joven Akash Bashir murió en 2015 con 20 años, al evitar que un terrorista suicida causara una masacre en la iglesia de San Juan, en el barrio cristiano de Youhannabad, en la ciudad pakistaní de Lahore. En enero de 2017 el padre Francis Gulzar, su párroco, dirigió una carta al arzobispo de Lahore, Francis Shaw, pidiendo la apertura de la causa del martirio del joven.

En dicha carta explica el gran amor que Akash tenía por su Iglesia y cómo no pensó en salvar su propia vida, sino que la entregó para salvar a muchos fieles con un valiente acto de amor. Decenas de personas, entre ellas cristianos y musulmanes, han respondido a un cuestionario que consta de 16 preguntas, para describir la personalidad y los hechos de la vida y la muerte de este joven.

La Fundación "Ayuda a la Iglesia Necesitada" ha seleccionado su figura para la campaña Cuaresma 2020, como uno de los seis símbolos significativos y representativos en todo el mundo de la Iglesia perseguida. Además su figura es apreciada también por muchos fieles musulmanes, como demuestra el hecho de que su sepultura, en el pequeño cementerio católico de la parroquia de Youhanabbad, fue hecha con mármol donado por un empresario musulmán.

Entre los testimonios recogidos en el cuestionario ya se vislumbran los frutos vinculados al sacrificio de este joven: por ejemplo en el número de personas que desena servir en la Iglesia. Algunos testimonios revelan que Akash estaba dispuesto a padecer el martirio, consciente del riesgo que suponía su compromiso con la Iglesia. Otro testigo recoge sus últimas palabras ante el terrorista: “Moriré, pero no te dejaré entrar a la iglesia”. Ya se ha redactado una oración para impulsar su causa de martirio, en la que se recuerda su “fe fuerte, esperanza inquebrantable y celo incansable. Un modelo luminoso para otros jóvenes y personas de otras religiones, un servicio inspirador a otros y ayuda desinteresada”.

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