Los obispos llaman a la sociedad española a asegurar «los derechos a toda persona obligada a desplazarse»
La Subcomisión de Migraciones y Movilidad Humana de la CEE piden reconocer «a Jesús en cada persona obligada a huir»
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En su mensaje para la Jornada Mundial del Emigrante y Refugiado, la Subcomisión de Migraciones y Movilidad Humana de la CEE piden reconocer «a Jesús en cada persona obligada a huir» y confía en «que todas las medidas que se adopten» en el campo de las migraciones «respeten la sagrada dignidad de las personas migrantes»
El Papa Francisco dedicó su mensaje para la Jornada Mundial del Emigrante y Refugiado a los desplazados internos y a pesar de que «en nuestro país no existen propiamente desplazados internos», la Iglesia española «quiere secundar las directrices del Pontífice como directrices generales», aseguran los obispos de la Subcomisión de Migraciones y Movilidad Humana de la CEE en su mensaje con motivo de esta Jornada.
Acaso «¿no son desplazados internos las victimas de trata que en nuestro país se desplaza huyendo de las mafias? ¿No son desplazados internos quien por las consecuencias económicas de la pandemia han tenido que cambiar de provincia, ciudad barro o casa? ¿Y quienes han quedado al margen del sistema, engrosando el colectivo de pobreza severa, ¿no son desplazados internos?», se preguntan los obispos.
De esta forma, la Jornada, que se celebrará el 27 de septiembre, trata de poner rostros a todas estas personas vulnerables, se lee en el mensaje de los obispos, «rescatándoles de las listas anónimas de cifras. Se trata de sensibilizar a la comunidad cristiana que reconoce a Jesús en cada persona obligada a huir. Se trata de sensibilizar a la sociedad española para que asegure los derechos de la dignidad humana a toda persona obligada a desplazarse».
Situación muy preocupante
Pero no es una tarea sencilla, y mucho menos ahora «que la crisis mundial causada por la pandemia de la COVID-19 ha agravado» este fenómeno dramático. En este sentido, «todo lo que trabajemos por ellos y con ellos será poco», según la Subcomisión, porque «la situación en Europa y en España es muy preocupante». Por ello, los prelados alertan de «que las previsiones para el tratamiento del fenómeno migratorio van a afectar muy dolorosamente a las personas en movilidad humana, ya sea por la enfermedad y sus secuelas, y por la previsible crisis social, económica, etc. que se avecina».
El futuro «va a suponer una dificultad mayor, entre otras causas – se lee en el mensaje -, por los nuevos problemas en las fronteras y por el riesgo de que se produzcan situaciones de expulsión de migrantes ». Ante ellas, «confiamos que todas las medidas que se adopten respeten la sagrada dignidad de las personas migrantes» y piden a las instituciones de la Iglesia trabajar en red, «uniéndonos al esfuerzo de las otras instituciones de la sociedad civil».
Conjugar nuevos verbos
Por último, los obispos de la Subcomisión de Migraciones y Movilidad Humana llaman a conjugar los nuevos verbos propuestos por el Papa ante esta realidad: Acercarnos como prójimos, que «significa, a menudo, estar dispuestos a correr riesgos, como nos han enseñado tantos médicos y personal sanitario en los últimos meses»; Escuchar «el grito de los más vulnerables, de los desplazados y de nuestro planeta gravemente enfermo»; Compartir, «para crecer juntos, sin dejar fuera a nadie»; Involucrar, porque «solo con la colaboración de todos es posible encarar la crisis»; y Colaborar. «Este no es el tiempo del egoísmo, porque el desafío que afrontamos nos une a todos y no hace acepción de personas».