Munilla prepara su llegada a Orihuela, la diócesis donde el nuevo obispo hace su entrada a lomos de una mula

“Aprendiendo a cabalgar con la yegua Txispa para poder hacerlo el próximo sábado con la mula 'Bartola”. Con esta naturalidad el obispo de Orihuela-Alicante, José Ignacio Munilla, ha compartido con sus seguidores en Twitter las jornadas de hípica que está llevando a cabo para cumplir con la tradición que se remonta al siglo XVI, por la que los nuevos obispos acceden a la catedral de El Salvador y Santa María de Orihuela a lomos de una mula.

Será este sábado, 12 de febrero, cuando Munilla tome posesión como nuevo titular de la Iglesia alicantina tras más de una década al frente de la diócesis de San Sebastián. Está previsto que el purpurado haga su entrada oficialmente en la localidad de Cox, donde los nuevos prelados de la diócesis visitan, junto a la comitiva, la parroquia de San Juan Bautista, el ayuntamiento y el Santuario del Carmen.

A continuación, se suba a la mula en la ermita de San Antón, a un kilómetro de la catedral del municipio alicantino, hasta donde Munilla llegará a lomos de la mula en torno a las 17.30h. En todo momento estará guiado, como sus antecesores, por el pertiguero de la catedral, el comité de bienvenida, los fieles y los concejales.

Una vez en la Catedral de Orihuela, llegan a la puerta de Callosa, cuyas puertas están cerradas. Una vez quedan abiertas, el obispo se baja de la mula para acceder al interior del templo.

¿Por qué los nuevos obispos de Orihuela-Alicante entran en mula a la catedral?

Como hemos comentado, acceder a la catedral de Orihuela sobre una mula blanca se trata de una tradición que se remonta al siglo XVI, y que han ido cumpliendo los 36 obispos con los que ha contado la diócesis desde su creación en el año 1564. José Ignacio Munilla será por tanto el 37º obispo que experimente esta experiencia.

En el año 2015, la investigadora de la Universidad de Alicante, María del Carmen Portugal Bueno publicó una obra, 'El obispo a lomos de una mula', en la que explica los orígenes de esta entrada episcopal a la diócesis de Orihuela-Alicante, tradición que por cierto es única en España.

La autora, tras tres años de investigación, precisa que se trata de un acto oficial en el que la religión, la política y la tradición están ligadas a esta tradición. Según sus estudios, los antecedentes se remontan a la época romana y a la Biblia, como es el caso de la entrada de Jesucristo en Jerusalén.

Recordemos que Jesús hizo su entrada triunfal en Jerusalén entre niños, mujeres y apóstoles a lomos de una mula. Una escena que se puede presenciar en Semana Santa por ejemplo en Sevilla, a través de la Hermandad de 'La Borriquita', que procesiona por las calles de la capital andaluza cada Domingo de Ramos.

En un documento que data del siglo XVII del sacerdote ecuatoriano Gaspar de Villarroel, explicaba cómo debe un obispo llegar a la ciudad en la que toma posesión de su diócesis. En sus escritos, explicaba que el purpurado ha de ser recibido en la puerta de la ciudad por el clero, el poder político y el pueblo. Tras el recibimiento, ha de montar a caballo para dirigirse a la catedral en procesión y bajo palio.

Una tradición que se mantuvo en las diócesis españolas mucho tiempo, pero que a día de hoy tan solo se conservan en Orihuela-Alicante y en Sigüenza, aunque con un recorrido más corto.

El motivo por el que esta tradición se ha perdido en prácticamente toda España, es la pérdida de interés por parte del pueblo. No así en Orihuela, donde el respaldo popular se ha mantenido con el paso de los siglos, manteniendo viva la costumbre.