''Necesitaba despedirme de mi hijo'' Rosario Jiménez, médico y madre que perdió a su hijo
Rosario Jiménez Cabrera presenta ''Un lugar mágico'', un libro dedicado a cómo vivir el duelo y concienciar a la sociedad sobre ello
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Rosario Jiménez Cabrera acaba de publicar ''Un lugar mágico'', un libro en el que comparte una experiencia muy dura. El 4 de febrero de 2020 su hijo tuvo un accidente de moto y falleció a las tres horas. Lo recuerda como ''un dolor tan desgarrrador, tan mutilante, te caes al agua, no hay equiblirio, no hay paz''.
Ella que es médico de familia y trabaja en una UVI móvil en Morón de la Frontera (Sevilla). ''Fui la primera en llegar al lugar del accidente'', antes que los sanitarios. Su prima le llamó para informale del accidente y su sobrino le llevó al lugar en coche. La situación era como la de su día a día: una persona sufre un accidente y, en seguida, es euxiliada, colocada en la posición de seguridad. Pero esa persona maltrecha, herida, era su hijo. Reconoció su cuerpo. ''Mi Abel''. Tenía 26 años.
Intentó dejar su rol de madre para atender a su hijo en ese momento como médico, aunque ''sabía que iba muy grave''. Al llegar al hospital, le dio un beso y abandonó su rol médico para ser madre y esperar. ''Necesitaba despedirme de mi hijo''. Rosario vive todos los días con el dolor y el duelo, pero a partir de esa experiencia personal, busca ayudar a otras personas.
El duelo debe revisarse desde el punto de vista sanitario
''Yo siempre he sido persona de papel y lápiz. Tenía que hablarle a mi hijio y contarle por dónde estaba pasando y empecé a esribir. Le escribí una carta y seguí escribiendo. Los papeles se acumularon'', y de esa experiencia y desahogo a través de la escritura, surgió este libro.
Para ella, el duelo ''debe cuidarse desde el punto de vista santiario en estas muertes tan trágicas e inesperadas''. A través de esta experiencia personal que sigue viviendo, ayuda a otras personas. Señala que los hospitales y urgencias tienen una estructura compleja, por eso Rosario trabaja para concienciar y sensibilizar a los sanitarios, hospitales y a la sociedad entera.
Reconoce que parte de ella se ha ido con su hijo. ''Cuando lo vives en primera perosnsa te absorbe el dolor. Te hace captar mejor el dolor humano y ser mejor persona''. Reconoce que el dolor no se puede quitar, pero la compañía puede aliviar. Empezará con esta labor de concienciación en el hospital Virgen del Rocío de Sevilla, y su objetivo es llevarlo a toda España.
Todos los días escuchamos noticias de accidentes de tráfico con víctimas mortales.
''El ser dolinete es parte de la vida. El acompañamiento es importante, que se da cuando el profesional sanitario y el sistema están sensibilizados. No es tan complicado'' Así, aliviar ese dolor será más fácil. Sin duda hay mejoras, como los cuidados paliativos. El objetivo es que, en momentos de urgencia, la sanidad y la población, sepan acompañar.