El obispo de Vitoria pide unas fiestas de La Blanca sin "violencia, agresiones o intimidaciones"
Juan Carlos Elizalde ha escrito una carta dirigida a toda la sociedad alavesa donde expresa su deseo de que sean "días de alegría que sirvan también para profundizar en la fe"
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El obispo de Vitoria, Juan Carlos Elizalde, ha escrito una carta pública dirigida a toda la sociedad de la capital alavesa con motivo de las fiestas en honor de la Virgen Blanca, patrona de Vitoria-Gasteiz, donde repasa su origen y en la que apela a participar en todos los actos religiosos, sociales y festivos en familia, deseando unos "días alegres y con ocio sano", y subrayando que deben estar "alejadas de todo tipo de violencia, agresiones o intimidaciones".
En un comunicado, la Diócesis ha informado de que, en esta "breve y tradicional" misiva previa al inicio de La Blanca, el Obispo de Vitoria recuerda que estos próximos días "son momentos muy especiales en los que nos une la Virgen Blanca, centro de la fiesta".
Además, hace un alegato para subrayar "el origen y la raíz religiosa de estos días", y apela a seguir fomentándolos como "días de alegría y encuentro, que sirvan también para profundizar en la fe".
Elizalde aprovecha para agradecer a "padres, abuelos y demás generaciones que nos preceden por haber mantenido viva esta fiesta que nos dice que tenemos Madre con mayúscula".
"Durante estas fiestas tenemos la maravillosa oportunidad de reunirnos como una gran familia, unidos en nuestra fe y en el espíritu de comunidad, sin excluir a nadie por motivos de raza, credo, edad, sexo u origen", señala.
"Un ocio sano"
En su petición a la Virgen Blanca, el Obispo de Vitoria resalta la importancia de "asentar un ocio sano, alejado de violencia, agresiones o intimidaciones de cualquier tipo". "Las fiestas son de todos y todos han de poder disfrutarlas", subraya en su carta.
El Obispo de Vitoria invita "a todos y cada uno de los que llenan de vida a nuestra querida Vitoria-Gasteiz a unirse en estos días de fiesta para vivir juntos momentos de alegría, reflexión y oración, teniendo muy presentes a quienes ya partieron a la Casa del Padre y también a quienes no tienen o no encuentran motivos para la fiesta".
Al respecto, recuerda la necesidad de "ser samaritanos, poniéndonos al servicio de estas personas para que sientan que son importantes para nosotros" y apela a "seguir colaborando en medio de estas fiestas con los hermanos y hermanas más necesitados".
Asimismo, ha querido unir este año la fiesta de la Virgen Blanca con el Año Jubilar que el Papa Francisco ha otorgado al territorio por los 100 años de la coronación de Nuestra Señora de Estíbaliz, patrona de Álava.
"Este año María está más omnipresente que nunca en nuestra tierra en sus dos advocaciones, La Blanca y Estíbaliz, algo que nos ayudará a seguir impulsando todas las vocaciones en la iglesia de Vitoria así como la promoción y maduración del laicado, de un sacerdocio preparado y entusiasta que trabaje en el relevo y una vida familiar y matrimonial donde el amor sea lo definitorio", subraya.