Omella pide que la tecnología no sea una "barrera" para las personas mayores: "Asegurar un trato más humano"

Nuestras vidas se mueven casi en su totalidad al entorno online y esto puede suponer un verdadero hándicap para aquellos que no están habituados

ctv-wne-1633617036455

Redacción Religión

Publicado el - Actualizado

2 min lectura

Las personas mayores y su relación con las nuevas tecnologías es complicada muchas veces. Unas por pasividad e indiferencia de estos hacia los aparatos de última generación; y otras, porque supone un verdadero hándicap para aquellos que no están habituados a utilizarlas.

Nuestras vidas se mueven casi en su totalidad al entorno online y las nuevas generaciones no solamente utilizan las plataformas digitales para la escuela y el trabajo, sino que también las utilizan para hacer la compra, pedir comida a domicilio, hacer ejercicio o acciones en el banco. Quien nunca ha comprado en internet, con el paso de los años se sentirá totalmente marginado debido a esta brecha digital.

Otra parte fundamental de la vida, la socialización, también ha cambiado por culpa de la pandemia. Las nuevas generaciones celebran fiestas de cumpleaños en Zoom, reuniones de trabajo en Skype o quedan virtualmente para ver una película o una serie al mismo tiempo.

El presidente de la CEE, el card. Juan José Omella, ha pedido trabajar “por asegurar un trato más humano a las personas mayores”.

El arzobispo de Barcelona ha subrayado que “la tecnología sea siempre una ayuda y nunca una barrera para los que no la saben usar o no disponen de ella”.

Debido al aumento de la esperanza de vida y a la disminución de la tasa de fecundidad, la proporción de personas mayores de 60 años está aumentando más rápidamente que cualquier otro grupo de edad. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre el 2000 y 2050 la cantidad de personas de 80 años o más aumentará casi cuatro veces hasta alcanzar los 395 millones. Además, el riesgo de padecer demencia aumenta con la edad. La OMS calcula que entre un 25 % y un 30 % de las personas de 85 años o más padecen cierto grado de deterioro cognoscitivo.

En este sentido, ayudar a las personas mayores con la tecnología puede tener un efecto muy positivo para los próximos años para que no se sientan alejados del resto de la sociedad por no saberla utilizar o por no tener acceso a ella.