¿Por qué no tenemos hijos en España?
La precariedad económica y laboral apuntalan la poca cultura de la maternidad. Así ha sido el debate sobre la natalidad en el programa ECCLESIA de TRECE
Madrid - Publicado el
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Puede ser por causa de los estudios, la inestabilidad laboral o la precaria situación económica. Pero los jóvenes españoles cada vez tienen menos hijos. Como hemos visto durante toda esta semana, España sufre un invierno demográfico por causa de la baja natalidad. 2021 batió los récords de menos nacimientos desde 1941, y este año va camino de volver a superarlo. En el primer semestre, la cifra de nacimientos ya se ha desplomado a menos de 160.000 personas. Sobre las razones y consecuencias de estos datos se ha debatido en la tertulia de ‘Ecclesia’ (TRECE, domingos a las 13:00 h).
¿Por qué no tenemos hijos? Son muchos factores los que influyen. Para Sara de la Torre, redactora jefe de la ‘Revista Ecclesia’, al contexto político y económico, se le suma el factor cultural. “El trabajo absorbe mucho tiempo e impide dedicar tiempo a la familia. Estamos ante una cuestión de prioridades y la población debería plantearse si es prioritario tener hijos”.
Para Javier Lozano, redactor jefe de la ‘Revista Misión’, la realidad es que los españoles no quieren tener hijos. Pero por su parte, señala otro aspecto fundamental de esta crisis de natalidad: “La familia lleva décadas siendo muy atacada. Si el matrimonio está mal, la natalidad está mal. Hay una correlación directa”. Frente a esto, destaca que hay corrientes ideológicas y socioculturales que hace que los hijos dejen de ser una prioridad frente a cuestiones como la realización laboral. Entonces los hijos, cuando llegan, lo hacen tarde. Esto lo refleja un pequeño incremento de la maternidad entre las mujeres mayores de 40 años.
Tener hijos no está de moda. “Es heroico”, señala incluso Javier Lozano. Pero, ¿qué se puede proponer desde la Iglesia para paliarlo? Sara de la Torre recuerda que la Conferencia Episcopal Española ha mostrado su preocupación por la natalidad en sus últimas orientaciones pastorales, incluso en la última Comisión Permanente. Los obispos quieren poner sobre la mesa el invierno demográfico, y que “la Iglesia sea la locomotora que tire de la natalidad”. Para Javier Lozano, el cambio real tiene que comenzar en las instituciones. “Los agentes sociales, partidos políticos y gobiernos deben apostar por concienciar de las necesidades de las familias. Y los católicos tienen que dar un paso adelante”.