La realidad de Asperones, barrio de Málaga donde se ha analizado la pobreza dando voz a sus vecinos

El estudio no solo analiza la realidad de las zonas de mayor marginación, sino que se caracteriza por escuchar las demandas de sus vecinos. Muchos de ellos residen en chabolas

Ana Medina

Publicado el - Actualizado

3 min lectura

Esta semana se ha presentado en Málaga la investigación que la Fundación FOESSA premió el año pasado en su concurso de investigación en Proyectos Sociales. Se trata de un estudio de una serie de profesores de la facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Málaga, en su equipo de investigación EDUCAS Educación y Cambio Social, realizaron en una barriada, la de Asperones, que nació hace más de 30 años con espíritu de provisionalidad, recogiendo la población de diversos núcleos chabolistas, y que en la actualidad sigue sin ser reubicada dignamente.

Esta investigación da voz a los propios habitantes, que escucha su manera de ver su vida, sus frustraciones y sus sueños. En él se realiza una recopilación de la auténtica sabiduría popular de quienes menos son tenidos en cuenta, para hacer un estudio exhaustivo de su realidad. Y para ello se sirven de las metáforas, imágenes que los propios habitantes relatan, como "esto es una rotonda sin salida, me ahogo, es como nacer preso, solo tenemos un cubito para evitar el naufragio...".

La barriada de los Asperones es el lugar donde emergen las metáforas que pone sobre la mesa este estudio, realizado por miembros del Grupo de Investigación Educación y Cambio Social de la Universidad de Málaga, en colaboración con la Fundación FOESSA. Dos de sus investigadores, Cristóbal Ruiz Román y Pachi Velasco Fano, quien también es director del colegio María de la O en esta barriada y dibujante del Evangelio cada semana en los medios diocesanos de Málaga, llegan con ello a todos los rincones del mundo.

En Asperones sobreviven casi mil personas en viviendas prefabricadas o chabolas anexas sin conexión segura a bienes básicos, la edad media es de 26 años y están rodeados de deshechos (vertedero, cementerio, desguace...), el 74 % está en desempleo, el 97% en pobreza extrema.

«Viven en una situación muy difícil, el horizonte es muy corto, los niños nacen ya condenados, viven en calles sin salida. Lo invisible es el sufrimiento que esta circunstancia vital conlleva a estas personas. Este estudio se ha sentado con ellos, los ha escuchado, ha conocido toda su realidad más allá de los datos: sus esperanzas frustradas, sus problemas de salud mental, sus anhelos... Y a pesar de eso, muchas ganas de seguir saliendo adelante», expresa Pachi Velasco.

En esta investigación se escucha la voz de 40 personas, que configuran un único relato, voces que no(s) cuentan. Cristóbal Ruiz explica que todo parte de la idea de «poner en el centro a las personas, a su realidad, más allá de recoger información y establecer conforme a postulados previos, se trata de que ocupen el centro quienes están normalmente en las periferias, también en las ciencias sociales. Damos un giro y vemos qué ideas emergen desde las personas. Nuestros informantes eran niños, mujeres y hombres jóvenes, incluso gente que ha salido del barrio y que hemos triangulado para sacar conclusiones muy enriquecedoras».

En el programa interviene también Raúl Flores, técnico de la fundación Foessa, que reconoce que «las metáforas además hacen accesible este informe a todas las personas, porque es un informe que habla el lenguaje humano. Y además, es la de Asperones una realidad muy parecida, extrapolable, a muchas que existen otras ciudades, marcadas por el abandono y la ineficacia de políticas que no están primando los derechos de esas familias y de esas personas».

TRECE se hace eco de este trabajo, que quiere creer y construir un mundo mejor contando con quienes tienen el derecho a ello.

Temas relacionados