El sorprendente truco de magia que ha impresionado al Papa
El P. José Luis González mostró su talento a Francisco con un sorprendente truco de magia sobre la acción de Jesús en el corazón humano
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El mensaje del cristianismo, del Amor de Dios por cada persona, puede llegar y expresarse de muchas maneras, incluso a través de la magia. De eso ha sido testigo el Papa Francisco, que ha quedado impresionado con un truco de magia que le hizo el sacerdote mexicano José Luis González el pasado viernes en El Vaticano. Con motivo de la reunión para presentarle su Proyecto Renova+, el cura tuvo la oportunidad de mostrar su talento al Santo Padre, como cuentan desde Jóvenes Católicos.
González utilizó dos corazones de papel muy frágil - que simbolizan el corazón humano - para obrar el truco. El religioso entregó uno de ellos al pontífice y conservó el otro. Entonces, comenzó a contarle la historia de la magia que iba a ocurrir. Preguntó a Francisco cuáles eran los rasgos comunes de esos dos trozos de papel. "Son de color rojo y de papel frágil", responde el Papa.
Lo que rompe y lo que une el corazón del hombre
"¿Qué es lo que puede romper el corazón del hombre?", cuestiona después el mago. "Lo que lo condena a muerte es el odio, la envidia, que 'lo hace amarillo' y los chismes", contesta Francisco. Por esa razón, invita al Santo Padre a que ambos rasguen los corazones.
Después, con los pedazos de ambos corazones de papel en las manos, los junta y los aprieta. "Yo hago magia, pero Cristo hace milagros", dice mientras sigue moviendo las manos. En un momento de la manipulación, recurre a la ayuda del Papa para que sople, un gesto tradicional en los juegos de magia.
Entonces, pide de nuevo ayuda al Papa. En esta ocasión, le pregunta por las cosas que construyen un corazón roto. La réplica de Francisco es la humildad, el servicio y el dejarse mirar por Jesús.
El "padrepollo", como también se le conoce, une todos los hilos del truco de magia y se lo explica al Santo Padre. "Nosotros le entregamos esos trozos de corazón al Señor y nos dejamos tocar y transformar por la gracia - prosigue mientras continúa "juntando" los corazones - no importa cuantas heridas tenga nuestro corazón, porque está hecho para amar".
Entonces, pide de nuevo al Papa que tome uno de los corazones rotos que se han restablecido por "arte de magia" y tire de él, mientras él hace lo propio. Además de volver a estar intactos, están unidos por corazones más pequeños. Porque, explica el P. González, "cuando Jesús restaura nuestro corazón, lo une y crea frutos de corazón".