El cardenal Omella muestra su preocupación por la desconexión digital: “El nuevo analfabetismo del siglo XXI”
El presidente de la Conferencia Episcopal Española ha secundado el informe FOESSA y recuerda que casi dos millones de hogares en España se ven afectados por la desconexión digital
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El presidente de la Conferencia Episcopal Española, el cardenal Juan José Omella, ha advertido que la desconexión digital es “el nuevo analfabetismo del siglo XXI”, por lo que se trata de un nuevo factor “de exclusión social que ha destapado la pandemia y que afecta a 1,8 millones de hogares en España”, se puede leer en la cuenta de Twitter del también arzobispo de Barcelona.
Datos que el cardenal Omella ha extraído del informe FOESSA, publicados durante el mes de enero. En la investigación coordinada por los catedráticos Luis Ayala Cañón, Miguel Laparra Navarro y Gregorio Rodríguez Cabrero, se revela que casi la mitad de los hogares en exclusión social sufren el apagón digital, lo que significa que 1,8 millones de hogares viven la brecha digital de manera cotidiana, algo que afecta especialmente a los hogares conformados solo por personas de 65 y más años y a personas que viven solas.
Este apagón digital supone dificultades serias para más de 800.000 familias que han perdido oportunidades de mejorar su situación debido a cuestiones digitales/ falta de conexión, de dispositivos informáticos o de habilidades digitales.
Las consecuencias de la brecha digital, cada vez mayores
La brecha digital, además de acentuar las desigualdades sociales, constituyen ya un problema en nuestro día a día. Tanto es así que miles de personas tienen que desplazarse al ambulatorio a pedir cita porque no pueden usar una aplicación para hacerlo y, si les piden el certificado COVID, tendrá que presentar el papel que les dieron al ponerles la vacuna. Tampoco podrán hacer la compra por internet o rellenar documentos con su firma digital, algo cada vez más frecuente.
La profesora de Estudios de Economía y Empresa de la Universidad Oberta de Cataluña (UOC) Elisabet Ruiz-Dotras explicaba en COPE que “la pandemia ha acelerado el movimiento tecnológico en todos los campos, incluido el de la educación”.
Esta investigadora del grupo DigiBiz, experta en educación financiera resalta también que “en algunos sectores, como el financiero, ya se había iniciado esa transformación con anterioridad y eso está obligando al cierre de oficinas, sobre todo en el mundo rural”.
Al respecto, el Gobierno reconoce que 1.600.000 mil personas siguen sin tener acceso a internet en la España vacía y a esta cifra hay que sumar los ciudadanos que se han quedado atrás en su formación digital y que necesitan de amigos o familiares para realizar todas estas gestiones cuando no disponen de oficinas físicas donde ejecutarlas.
Otro informe del Banco de España sobre ‘Infraestructura del efectivo y vulnerabilidad en el acceso al efectivo en España’ demuestra que el cierre de oficinas bancarias deja a 1,3 millones de personas, un 3% de los ciudadanos, en una situación de “vulnerabilidad en el acceso al efectivo”.