La carta con la que un capellán castrense se despide del joven Cadete Pablo Jerez con tan solo 22 años

El Ministerio de Defensa ha abierto una investigación para determinar las causas de la muerte del joven. Todo parece indicar que sufrió un golpe de calor durante unas maniobras

La carta con la que un capellán castrense se despide del joven Cadete Pablo Jerez con tan solo 22 años

Redacción Religión

Publicado el - Actualizado

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El estamento militar está de luto después de conocerse la muerte del Cadete Pablo Jerez, el vecino de Baeza que perdía la vida con tan solo 22 años a consecuencia, todo parece indicar, de un golpe de calor. Quedó inconsciente durante la realización de un recorrido topográfico en la zona restringida del campo de maniobras de San Gregorio, en Zaragoza, junto a los alféreces cadetes de cuarto curso.

Los ejercicios se desarrollaban a 34 grados centígrados y a pleno sol, según han desvelado. A priori, no constaba que el joven Cadete padeciera alguna patología previa y había pasado con éxito los controles médicos.

El Ministerio de Defensa ha abierto una investigación interna para determinar las circunstancias que rodearon la muerte del joven nacido en Gijón. De forma paralela, la familia podría emprender acciones legales en la justicia ordinaria para depurar responsabilidades. Su entierro ha tenido lugar este miércoles en la parroquia de San Andrés de Baeza.

A raíz de esta triste noticia, el capellán Castrense Carlos Manjón, ha escrito una carta dedicado al cadete fallecido titulada ‘Pablo Jerez, el Cadete amado por el Señor Jesús’, y que han recogido algunos medios como el digital ‘Jóvenes Católicos’.

La carta íntegra del capellán al cadete Pablo Jerez

Pensé en Pablo como el discípulo amado por el Señor, y que ahora inclinaría su cabeza para apoyarse en el regazo del Señor Jesús mientras parte su pan en la Última Cena.

Pensé en Pablo como el discípulo amado por el Señor, y que ahora estaría junto su Madre al pie de la Cruz. Es el hijo quien pide a la madre que no llore por Él…

Pensé en Pablo como el discípulo amado por el Señor, y que ahora llegaría corriendo del ejercicio de adiestramiento en el campo de maniobras, antes que Pedro al Sepulcro del Señor, para ver que su cuerpo no está allí, ha resucitado.

En la Última Cena de esta Misa estás tú; al pie de la Cruz, en el Calvario del dolor está tu familia; junto a la piedra del Sepulcro, estamos tus compañeros de verde y amigos de Promoción.

Desde la Academia de Oficiales de la Guardia Civil de Aranjuez, pedimos, compañero Pablo: “Descansa y Resucita con el Señor Jesús”.

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