El día a día de los seminaristas en Sevilla: "La Iglesia del futuro se juega aquí dentro"

Fernando Martín ha compartido en una entrevista a 'Aleluya' su vocación y sus experiencias de fe. La familia fue fundamental para su proceso vocacional.

Santiago Tedeschi Prades

Publicado el - Actualizado

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Este domingo, 21 de marzo, se celebra el Día del Seminario este año bajo el lema, "Padre y hermano, como san José". El objetivo de esta jornada es reflejar la figura de San José, en los sacerdotes, en un año en el que, si cabe, este santo ha tomado un mayor protagonismo tras declarar el Papa el Año de San José.

La Subcomisión Episcopal de Seminarios destaca en su reflexión teológica, que, bajo el cuidado de San José, los sacerdotes son enviados a cuidar la vida de cada persona, con el corazón de un padre, sabiendo además, que, cada uno de ellos es su hermano.

A Fernando, joven seminarista en Sevilla, la Iglesia le cambió totalmente la vida. A partir de los 15 años empezó a formar parte de un grupo de jóvenes en la Parroquia de Nuestra Señora de las Nieves en Jerez de la Frontera, un grupo donde principalmente se seguía la catequesis y donde, sobre todo, compartió experiencias que le cambiaron la vida.

A Fernando este grupo de jóvenes les hizo descubrir un rostro nuevo de la Iglesia, un rostro atractivo, un rostro joven, y a partir de allí empezó a nacer su vocación. Para este Día del Seminario Fernando ha contado en 'Aleluya' su testimonio de fe y su vida cotidiana dentro del Seminario de Sevilla.

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¿Cuál fue tu experiencia con la Iglesia antes de entrar en el seminario?

Yo vengo de una familia católica y practicante y creyente y entonces en primer lugar, mi experiencia de Iglesia es una Iglesia doméstica y familiar. En mi casa siempre se ha ido a Misa los domingos, se ha rezado a diario, pertenezco a la Hermandad del Desconsuelo y esos han sido los pilares de mi fe.

Luego se puede decir que mi vocación empezó cuando empecé a formar parte del grupo joven de mi parroquia de Nuestra Señora de las Nieves en Jerez. Un grupo en el cual viví muchas experiencias y descubrí un rostro de la Iglesia que me enamoré

Todo el mundo espera que la vocación llegue a través de momentos espectaculares, ¿en tu caso fue así?

La verdad es que no, hubiera estado muy bien y me hubiera ahorrado el trabajo porque cuando uno se encuentra de una manera tan apabullante con el Señor, como ha pasado en la historia de la Iglesia con tantos Santos, lo cierto es que facilita las cosas porque la fuerza de los hechos te arrastra.

Normalmente el Señor, para respetar nuestras libertades, elige manifestarse de manera más discreta y también depende mucho de la mirada que nosotros tenemos hacia el mundo y como nosotros interpretemos la realidad, los acontecimientos y las personas que nos rodean. En mi caso ha habido momentos de intuición muy clara.

Siempre recuerdo una Misa de inicio de curso pastoral que fue como una consagración en que de repente lo entiendes todo, como si fuera una solución a un gran problema matemático a la que llevaba mucho tiempo dándole vueltas. En un momento dado se te cruza la respuesta por la mente y llegas a la solución. Descubrí la solución al problema de mi vida y era que Dios me estaba llamando. El Señor, a lo largo de tu vida, va dándote otras pistas y señales que te permiten seguirles.

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El día a día en el seminario

Es verdad que cada seminario es un mundo, pero el horario se fundamenta sobre los cuatro pilares de la formación: la humana, la espiritual, la comunitario-pastoral y la formación intelectual. Basándonos en eso dividimos las horas.

Empezamos el día con el rezo de Laude con la Eucaristía, nos incorporamos a clase, tenemos un tiempo de estudio por la tarde, el rezo del Rosario seguidamente con las Vísperas y por la noche un rato de oración prolongado

Su trabajo en la Pastoral Vocacional

Nuestro trabajo es principalmente dar a conocer lo que es el seminario. Siempre digo que alrededor del seminario hay muchos tópicos que no siempre corresponden a la realidad de este sitio.

Es verdad que el edificio aquí en Sevilla se ve claramente, pero nadie sabe que es esto o no entienden mucho. Nuestra labor en la Pastoral Vocacional consiste en dar a conocer lo que es el seminario, quienes son los seminaristas, que es la llamada y la vocación. Por un lado, en este proceso de acercar lo que es el seminario, eso permite que los jóvenes que se sienten llamados por el Señor tengan un espacio de escucha y de diálogo para poder discernir esta vocación.

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¿Qué tiene que representar el seminario para la Iglesia?

Ya desde los documentos del Concilio Vaticano II se habla que el seminario debe ser el corazón de la diócesis. Y nuestro arzobispo es una frase que repite muchas veces y le encanta: “El seminario es el corazón de la diócesis”. Y es importante que siga siendo así porque aquí se están formando los futuros pastores de la Iglesia.

Es verdad que la Iglesia no son solo los sacerdotes ni mucho menos, pero también es verdad que los sacerdotes en muchos casos asumen un papel de liderazgo en las estructuras de las diócesis, en parroquias u otro tipo de realidades. Es importante que el seminario siga siendo objeto preferente de atención por parte de la Iglesia, del obispo, de los sacerdotes y de todo el pueblo de Dios. La Iglesia del futuro se está jugando aquí dentro y es importante que nosotros seminaristas seamos conscientes de la importancia de lo que se está fraguando aquí dentro.

Los actos en Sevilla para el Día del Seminario

Es verdad que la pandemia ha trastocado los actos habituales aquí en Sevilla, la jornada de puertas abiertas no se podrá realizar. Estos fines de semana hemos hecho campana en diferentes parroquias de la diócesis. Hemos celebrado una oración en el seminario junto con el grupo Hakuna y hemos tenido una Misa en la Iglesia del Salvador presidida por nuestro arzobispo.

Como culmen de todos los actos, este domingo en la Catedral, algunos de nosotros recibiremos ministerios del lectorado y del acolitado.

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¿Qué le dirías a los jóvenes que acaban de entrar en el seminario?​

Le diría que es muy importante organizarse el tiempo, el ritmo del seminario es muchas veces maratoniano y hay que darle prioridad a lo que tiene prioridad de verdad. Es importante que mantenga serenidad. El seminario es un sitio muy bonito donde se pueden vivir experiencias maravillosas, pero también es muy intenso. Creo que es importante mantenerse sereno para evitar desgastar energías para cosas que luego no son tan importantes.

También es importante que huyamos de la mediocridad. Muchas veces en el seminario estamos tan ocupados y podemos tener el riesgo de querer huir o evitar la responsabilidad y el compromiso. Al contrario, el seminario nos exige entregarnos de manera absoluta.

Es importante que nunca jamás se pierda de vista porque y por quien estamos aquí, por Jesucristo. Todo lo demás es accesorio, nunca tenemos que perder la relación con el Señor y por eso es muy importante que tengamos presente la importancia de la vida espiritual.