María Prada comparte cómo vive la enfermedad terminal de su madre: "He aprendido un montón"
La madre de María está ingresada en el centro de cuidados paliativos 'Laguna'. La dureza de la enfermedad ha hecho que la familia se apoye más entre ellos y en Dios
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La madre de María Prada permanece desde hace meses en el centro de cuidados paliativos 'Laguna' de Madrid. Sufre un tumor cerebral en estado terminal. María, junto a sus hermanos, cuidan de ella junto a los profesionales del centro.
María ha relatado su experiencia personal junto a su madre en 'Cooperación Internacional'. Todo comenzó tras el verano: “Estaba sana y vimos que no podía leer, se le olvidaban las cosas y a veces no podía hablar. Le hicieron un escáner y le diagnosticaron un tumor en la cabeza”.
A raíz del diagnóstico comenzó el tratamiento, que no cumplió con las expectativas. Los médicos confirmaron a la familia que ya no se podía hacer nada por ella, por lo que decidieron ingresarla hace cuatro meses en 'Laguna'.
Como sucede en tantas familias, el sufrimiento de los seres queridos del paciente es enorme. A veces devastador. No obstante, María Prada asegura que esta experiencia está uniendo mucho a toda la familia: “Es una sensación dura verla así, sin poder expresarse. Pero somos una piña auténtica, hemos aprendido un montón a querernos de verdad”.
Pese a que su madre no puede levantarse de la cama y tan solo utiliza la mano derecha, está muy presente: “Es un ejemplo de entrega. Es muy duro, pero en el fondo tenemos una alegría interna muy grande”, confiesa su hija en 'Cooperación Internacional'.
A María esta situación le ha cambiado la vida. Ha tenido que dejar de trabajar para cuidar de ella y de sus hermanos. No obstante, no lo percibe como un obstáculo, todo lo contrario: “Te llena tanto recibir, el dar... Te olvidas de tus problemas. Les das otra magnitud. Vamos como en un barco, cuando uno cae, todos caen. Si mi madre está enferma, todos estamos enfermos”.
Además del apoyo familiar, Dios está muy presente entre ellos, al igual que los profesionales sanitarios que trabajan en el hospital 'Laguna': “Yo ya no podía físicamente levantarla, cambiarla, darle la medicación... y al ver cómo la cuidan en el centro nos llena a todos, porque la vemos que sale al jardín, le dan de comer...”
El testimonio de María Prada es duro, pero cree que todo este sufrimiento tiene un gran valor: “El sentido para mí es que Dios me abraza con su cruz y me acompaña. Es un sufrimiento acompañado. Dios nos dice 'adelante', porque va conmigo. Cuando en la vida nos pasa un sufrimiento así tratamos de esquivarlo. A veces eso es peor, mejor coger el toro por los cuernos, pedir ayuda. Las cosas al final siempre salen. Es muy duro, lo paso muy mal pero te hace ser más fuerte. Aprendes muchísimo. Saldrás el doble de fortalecido y de feliz”, ha expresado.