Mons. Reig Pla denuncia la aprobación del aborto y la eutanasia: "La vida es el don más alto de la creación"
El obispo de Alcalá ha expresado que “aunque lo desconozcan los no creyentes, España necesita a Cristo, en quien refulge el esplendor de la verdad de la persona”
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El obispo de Alcalá de Henares, Mons. Juan Antonio Reig Pla, ha denunciado que las autoridades han logrado, con las leyes del aborto y ahora de la eutanasia, convertir a España en un “campo de exterminio”. En un mensaje publicado el 19 de marzo, Mons. Reig Pla ha denunciado que “las fuerzas laicistas unidas a las fuerzas políticas partidarias de la relativización cultural, moral y religiosa de nuestro pueblo, han conseguido (...) convertir a España en un ‘campo de exterminio’”.
“La España tradicionalmente católica y que expandió la fe allende los mares, era un enemigo a batir por sí misma y por su repercusión en los pueblos hermanos de Hispanoamérica, Filipinas, el mismo contexto europeo y la influencia en todo el mundo de nuestros misioneros, activos colaboradores con la transmisión de la fe”, ha subrayado el Prelado.
La Ley de la Eutanasia fue aprobada el jueves 18 de marzo por el Congreso de los Diputados, con 202 votos a favor, 141 en contra y dos abstenciones. La nueva ley, que fue aprobada hace una semana por los senadores españoles, entrará en vigor en junio de este año. La controversial ley quita las protecciones a los pacientes, determinando que un tercero, un familiar o incluso un médico pueda firmar la solicitud de eutanasia si el enfermo no puede hacerlo. También prioriza la eutanasia sobre los cuidados paliativos como alternativa para el sufrimiento de pacientes graves. Además, a causa de sus criterios vagos y generales, la ley en la práctica podrá aplicarse a un gran número de casos sin ningún control.
El obispo de Alcalá de Henares ha expresado que “el ‘tsunami’ de leyes que desregulariza el patrimonio cultural y espiritual de España, enarbolando siempre la bandera de la ‘libertad’, comenzó con la ley del divorcio (1981)”. Tras leyes como la despenalización del aborto en 1985, el mal llamado “matrimonio” civil homosexual en 2005, la asignatura de Educación para la ciudadanía de 2006 y la “ley Aido” de 2010, que permitió el aborto legal hasta las 14 semanas de gestación, llegaron la nueva ley de educación en 2020 y la ley de eutanasia este año.
Para Mons. Reig Pla, con estas leyes “las fuerzas globalistas, los lobbies financieros, sus terminales eutanásicas y el laicismo militante pueden darse por vencedores”. “Hay que repetirlo una vez más. No existe el derecho a la muerte. La eutanasia acaba con todos los derechos”, ha subrayado. “La vida humana es siempre un don que nos precede y que merece ser cuidado personal, familiar y socialmente desde la perspectiva del bien común hasta la muerte natural. Es el don más alto de la creación”, ha añadido.
El obispo español ha denunciado que “no contentos con estas leyes, los nuevos amos han provocado desde las instancias del poder un debilitamiento moral de nuestro pueblo”. “Se trata de la destrucción de la libertad en nombre de una libertad sin más contenido que ella misma”, ha criticado. Esta supuesta libertad, ha continuado, es “perversa fuente de numerosos sufrimientos humanos".
Entre ellos, ha indicado, "la destrucción de la vida humana, rupturas familiares, abandono de los niños, desorientación en el sentido de la vida e incluso aumento de la soledad, enfermedades psíquicas y suicidios”. “Son tiempos en los que la Iglesia Católica no puede mirar hacia otra parte. Son los tiempos de una ‘nueva evangelización’ como nos piden los últimos Pontífices. Lo que está en juego es el bien de las personas y el bien de nuestro pueblo”, ha asegurado.
Mons. Reig Pla ha subrayado que “aunque lo desconozcan los no creyentes, España necesita a Cristo, en quien refulge el esplendor de la verdad de la persona”. “En estos momentos no podemos renunciar ni al libro de la Creación, Dios creador que ordena con su sabiduría todas las cosas y al mismo hombre, ni a la obra de la Redención expresada en la Cruz de Cristo donde todos hemos sido amados hasta el extremo”. “Sin ese amor y sin el perdón no podemos vivir. Así lo han testimoniado todos los Santos que pueblan con la Virgen María toda nuestra geografía española”, ha concluido.