El acompañamiento espiritual a pacientes con problemas de salud mental, el valor añadido en San Juan de Dios
Los centros psiquiátricos de San Juan de Dios en Arturo Soria y Ciempozuelos ofrecen este servicio: "Para muchos pacientes ha sido un revulsivo"
Publicado el
4 min lectura
Los centros psiquiátricos que gestionan la Orden Hospitalaria San Juan de Dios en Madrid, la Clínica Nuestra Señora de la Paz en Arturo Soria y el centro de Ciempozuelos, cuentan con un modelo de atención propio, centrado en la atención al paciente con trastornos de salud mental.
Se articula una combinación de la atención del paciente con su familia, sobre todo en el psiquiátrico de Ciempozuelos, donde los pacientes suelen presentar patologías crónicas, pero también en los casos agudos. Pero la principal diferencia se encuentra en la atención espiritual que los dos espacios de la orden religiosa ofrece.
“No solo atendemos el aspecto somático, psíquico, psicológico o social, sino que incluimos la atención espiritual. Tenemos un departamento que se incluye dentro del ámbito asistencial que son los servicios de atención espiritual y religiosas (SAER) que tiene un papel importante”, ha explicado en ECCLESIA la directora gerente de ambos centros, Elvira Conde.
“Se acoge y se ofrece una atención dentro de la tendencia religiosa de cada persona. Si es del ámbito católico se le da una atención religiosa. Si no es católico se respeta que no quiera tener esa atención pero sí se le ofrece la oportunidad, si necesita la atención de otra religión, de buscar el recurso fuera. Eso complementa mucho la atención a las personas”, ha precisado la directora gerente.
Calixto Plumed: “Primero hay que analizar en qué situación se encuentran los pacientes”
El Hermano de San Juan de Dios Calixto Plumed, ha reivindicado la importancia de este cuidado espiritual a los pacientes, tanto si son creyentes como si no. Y es que como ha remarcado, la dimensión espiritual “la tenemos todos, tengas o no sensibilidad religiosa”.
No obstante, Calixto Plumed ha llamado a la cautela por parte de los capellanes psiquiátricos a la hora de orientar espiritualmente a un paciente con problemas de salud mental, ya que previamente se requiere un análisis del contexto que vive el propio interno.
“Primero hay que analizar en qué situación se encuentran, cómo vienen, con qué disponibilidad, qué ideas tienen. Esto he visto que no se hace por parte de algunos profesionales de la salud y la pastoral, que sin conocer suficientemente las conexiones que puede haber entre la enfermedad mental o la religiosidad hacen auténticos disparates”, ha explicado.
Acompañar espiritualmente es la tarea principal de los capellanes en los centros psiquiátricos. El Hermano de San Juan de Dios asegura que su relación con los pacientes es “afable sencilla y con toda la confianza del mundo”.
“Te los encuentras por el pasillo, saludas, hablas, si tiene necesidad de acompañamiento se hace directamente escuchando, que es lo más idóneo y luego ves por dónde quiere caminar y por dónde hay que caminar”, ha señalado.
Preguntado si ha habido historias de conversión en los centros, Plumed cree que no, si bien es cierto que muchas personas que ingresan en Nuestra Señora de la Paz y que previamente no habían tenido ningún contacto con la religión, han cambiado de actitud hacia lo espiritual.
“Se les nota que hay un posible cambio en su vida, en su sensibilidad. Hay momentos que lo confiesan directamente, que esto ha sido un revulsivo, que esto ha sido una manera distinta de enfocar mi vida y me está influyendo muchísimo”, ha revelado.
“Es un lugar apasionante donde encontramos a los pobres de los pobres en Madrid”
El Padre Gerardo Dueñas también es capellán psiquiátrico, aunque no ha querido especificar en ECCLESIA el centro de Madrid donde acompaña a los pacientes. El estigma y el desconocimiento, hicieron que cuando le ofrecieron prestar este servicio en el hospital, dudó.
“Yo había estudiado, tenía conocimientos de psicología, hice un máster de acompañamiento psicológico y espiritual, pero una cosa es estudiar la teoría y otra ir a un hospital psiquiátrico. Yo dije 'madre mía, a ver qué voy a hacer'. Pero con la ayuda de Dios, nunca he rechazado nada que me han propuesto en la Iglesia, asumí que tenía que estar ahí y estos años me he enamorado de la pastoral de salud mental. Es un lugar apasionante donde encontramos a los pobres de los pobres en Madrid. En Madrid no hay grandes problemas de hambre o necesidades vitales, pero los pacientes que padecen problemas de salud mental e ingresan en centros psiquiátricos son los auténticos pobres”, reconoce.
Dueñas ha comentado que no existen técnicas como tal de acompañamiento espiritual a los pacientes con trastornos mentales, pero sí recalca la importancia de mostrar cercanía con ellos en asuntos tan simples como aprenderse sus nombres: “La importancia de saber el nombre es porque así personalizas, es preguntar qué te pasa. Y otra cosa muy sencilla es mirar a los ojos, porque eso implica decirle al otro me importas, me importas lo que sufres, lo que piensas”, ha sostenido Gerardo Dueñas.