La Almudena acoge una emotiva misa en recuerdo de las víctimas del COVID con la presencia de la Familia Real
La Santa Misa organizada por la Conferencia Episcopal Española ha estado marcada por el recuerdo de las víctimas del coronavirus y el cariño a sus familiares
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La Catedral de la Almudena ha acogido en la tarde-noche de este lunes la Santa Misa en homenaje a las víctimas del COVID-19, convocada por la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Española en esta jornada, coincidiendo con la reunión de su Comisión Permanente que continuará este martes. Santa Misa que ha sido retransmitida en directo por las cámaras de TRECE y que también ha podido seguirse a través de COPE.es, y a la que han acudido un total de 70 familiares de fallecidos a causa de la pandemia.
La celebración ha estado presidida por el Arzobispo de Madrid, el cardenal Carlos Osoro y, concelebrando con él los señores cardenales, arzobispos y obispos miembros de la Comisión Permanente, los señores cardenales residentes en Madrid, el señor Nuncio Apostólico y los obispos auxiliares de Madrid. La parte musical ha corrido a cargo del coro NOVA SCHOLA, dirigida por Raúl Trincado Dayne.
La Familia Real ha asistido a la Santa Misa
La Familia Real ha asistido al completo a la Santa Misa, ya que además de SSMM Don Felipe y Doña Letizia han estado presentes sus hijas, la Princesa de Asturias Leonor y la Infanta Sofía. Los integrantes de la Familia Real fueron recibidos en las puertas de la Catedral minutos antes de que diera comienzo la Eucaristía por parte del Arzobispo de Madrid, el cardenal Carlos Osoro; el presidente de la Conferencia Episcopal Española y Arzobispo de Barcelona, el cardenal Juan José Omella y el Secretario General de la CEE, Don Luis Argüello.
La Familia Real accedió al templo por el pasillo mientras sonaba el Himno Nacional, hasta situarse en la primera línea del lado del Evangelio de la nave central.
Resto de autoridades
Antes de la llegada de la Familia Real, han hecho su presencia las autoridades y representantes de diferentes instituciones. Entre ellos no se encontraba el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que ha sido el gran ausente de la celebración, por lo que ha sido la Vicepresidenta Carmen Calvo quien ha representando al Ejecutivo Central.
Además, han estado presentes como representantes de los poderes del Estado la presidenta del Congreso de los Diputados, Meritxell Batet; la presidenta del Senado M.ª Pilar Llop Cuenca; la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso; el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida o el presidente del PP nacional, Pablo Casado, entre otros.
Todos ellos han estado situados en la primera línea del lado de la epístola. Tras ellos, el resto de autoridades civiles presentes en el acto. Por su parte en la nave lateral derecha, bajo la imagen de Santa María la Real de la Almudena, se ubicaban un grupo de más de 70 familiares de fallecidos a causa de la pandemia.
Ya en la nave lateral izquierda se han situado los representantes de las iglesias y de las confesiones. Junto a ellos han estado también una representación de los agentes sociales y eclesiales que durante esta pandemia están trabajando en favor de los demás, como el personal sanitario, voluntarios de Pastoral de la Salud, de Cáritas y de la Orden de Malta y miembros de las Fuerzas Armadas, de los cuerpos de Seguridad del Estado y de los Bomberos.
El cardenal Juan José Omella: “Dios nunca abandona a sus hijos”
El Requiem ha sido el canto de entrada de la celebración y, tras el saludo a todos los presentes del Arzobispo de Madrid, el cardenal Juan José Omella (presidente de la Conferencia Episcopal y cardenal de Barcelona) se ha dirigido a todos ellos para recordar que la Iglesia hace suyo el dolor y el sufrimiento de tantas familias durante esta crisis: “La Iglesia que peregrina en España hace suyo el dolor, el sufrimiento de los familiares de los difuntos y quiere, a través de la Comisión Permanente, pedir al Dios y Padre de la misericordia, por todos los fallecidos, no sólo por el coronavirus sino también por los que han fallecido por otras causas y que, durante el tiempo de confinamiento, no han podido recibir la despedida merecida”.
Pese a estas dificultades, ha sostenido el cardenal, Dios nunca abandona a sus hijos, y ha reivindicado los actos solidarios que a lo largo de estos meses han protagonizado millones de personas para ayudar a las víctimas de la pandemia: “Es el signo sencillo y palpable de la cercanía de Dios. Damos gracias porque hay en nuestra sociedad una gran reserva de humanidad y de caridad, de acción solidaria”.
El cardenal Osoro reivindica la lección de solidaridad de la ciudadanía sin “sectarismos”
Tras la proclamación del Evangelio, el cardenal Carlos Osoro ha pronunciado la homilía. El Arzobispo de Madrid y vicepresidente de la Conferencia Episcopal Española, ha remarcado el panorama oscuro e inundado de tristeza que los ciudadanos nos hemos encontrado de manera repentina como consecuencia de la crisis sanitaria que tantas vidas ha costado.
“Por culpa del coronavirus hemos perdido a miles de personas con nombres y apellidos, entre ellas a muchísimos mayores con experiencia y sabiduría, y no hemos podido estar junto a nuestros seres queridos. En los distintos encuentros que he tenido con quienes padecían en sus carnes esta pandemia y con sus familias, en sus gestos y miradas, he visto que se encontraban asustados y perdidos”.
Pese a la desgracia que nos une a todos, el cardenal Osoro ha subrayado que la pandemia nos ha vuelto a hacer sentir que no estamos solo, y que la compañía de Dios es un hecho, y ha manifestado que en este tiempo de dificultad, la humanidad necesita recordar a los hijos y hermanos: “Somos todos hijos de Dios y, por eso, hermanos entre nosotros. Olvidar estos sustantivos y vivir de adjetivos, como tantas veces hacemos, es un suicidio. Frente al sectarismo, a la crispación y al enfrentamiento, en esta pandemia hemos visto cómo muchas personas, creyentes y no creyentes, sacaban lo mejor de sí mismas y daban una sencilla lección de solidaridad hasta dar la vida por cuidar la ajena, conscientes precisamente de que somos hermanos. El personal sanitario y farmacéutico, los transportistas, los empleados de supermercado, las personas de limpieza, los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad, los docentes, los periodistas, los voluntarios de Cáritas y otras muchas organizaciones sociales, los sacerdotes, los religiosos y religiosas, los padres y madres, los abuelos y abuelas… no han vivido para sí mismos en estos meses, sino para los demás. Y ahora, cuando afrontamos una crisis económica y social sin precedentes, hay que seguir cimentando nuestra sociedad así para que nadie se quede atrás”.
La emocionada oración de Mons. José María Gil Tamayo en recuerdo de las víctimas
Antes de finalizar la celebración, el obispo de Ávila, Mons. José María Gil Tamayo, que permaneció ingresado durante más de un mes tras dar positivo por COVID-19, leyó, dirigiéndose a la imagen de Nuestra Señora de la Almudena, la oración compuesta por el Papa Francisco para este tiempo de pandemia, siendo uno de los momentos más emotivos de la ceremonia.