El arzobispo de Burgos advierte que "la interpretación del mundo está dejada en manos de las ideologías"

La Universidad CEU San Pablo ha acogido este jueves, 4 de noviembre, la presentación del XXIII Congreso de Católicos y Vida Pública, organizado por la Asociación Católica de Propagandistas y la Fundación Universitaria San Pablo CEU, y que este año lleva por título 'Corrección política: libertades en peligro'.

El arzobispo de Burgos, Mons. Mario Iceta, ha sido el encargado junto al presidente de la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos, José Horacio Gómez Velasco (este último de maneras telemática) de presentar un congreso que tendrá lugar los días 12, 13 y 14 de noviembre.

Mons Iceta ha comenzado su alocución recordando que vivimos un cambio de época, en la que se hace referencia “a una nueva concepción antropológica del ser humano”. Un cambio que, para el arzobispo de Burgos, “no aparece de la noche a la mañana, y está ligado a un aspecto fundamental de la condición humana, que es la libertad”.

El titular de la Iglesia burgalesa ha señalado que la Modernidad dio lugar a un pensamiento donde la libertad “es un elemento absoluto, incluso capaz de recrear las cosas”, ha comentado. Por ello, el prelado apunta que para el pensamiento cristiano, “es un gran desafío esa dimensión criatural, frente a una libertad que tiene la pretensión de recrear las cosas, llenarlas de un nuevo sentido. De recrear la propia naturaleza, que no se ve como un don del Creador, si no como una red extensa a la que el humano da sentido a esa Creación. El humano da sentido a la humanidad, a la propia sexualidad transformada en género”, reflexiona.

No obstante, Mons. Mario Iceta continuaba explicando que una vez que la Modernidad es consciente de que no puede llevar a cabo su verdad, dio lugar a la Posmodernidad con sus consiguientes variantes, como el “neopaganismo o el nihilismo”. De esta manera, el arzobispo de Burgos considera que “vivimos en un enjambre digital, con una sociedad desvinculada, un individualismo exasperante”.

“Hay un eclipse de Dios. El hombre no reconoce la trascendencia, y la interpretación del mundo está dejada en manos de las ideologías, que interpretan la humanidad y del mundo”, alerta.

Asimismo, ha recordado que la pandemia nos ha hecho “repensar las cosas” como la fragilidad del ser humano: “Hay un virus que echa por tierra la salud de las personas, y hace tambalear los cimientos socioeconómicos del mundo. Aparece la cuestión de la trascendencia. Todo se diluye y termina en lo que termina cada día... ¿no es posible una esperanza cierta y verdadera?”, se pregunta Mons. Mario Iceta durante su intervención en la presentación del Congreso de Católicos y Vida Pública.