Así cambiaron la vida de Carolina, Irlanda y Guadalupe gracias a Cáritas: "Ahora nos sentimos capaces de todo"
Cáritas te anima a donar para su campaña 'Tú cambias su historia' que ha cambiado la situación de pobreza de 800.000 mujeres
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Este jueves 12 de marzo Cáritas, ONG de la Iglesia Católica, ha lanzado su segunda campaña de cooperación internacional, bajo el lema 'Tú cambias su historia'. Una campaña con el que la ONG pretende acercar historias sobre la vida de mujeres que cada día se enfrentan a realidades de exclusión y pobreza, a veces extrema, en muchos territorios del planeta.
Por tanto, el objetivo de la campaña es animar a la sociedad a que donen para que la organización benéfica pueda continuar con su tarea de dar oportunidades a más mujeres y cambiar sus historias. Y es que el de las mujeres es el colectivo peor parado en los datos sobre los índices de desarrollo. Prueba de esta afirmación son por ejemplo que el 70% de las personas que sufren hambre en el planeta, son mujeres. Si hablamos de educación, hasta quince millones de menores en edad escolar no tienen oportunidad de aprender a leer o escribir.
Gracias al trabajo y a la acción de Cáritas, se han cambiado muchas vidas. Las de un total de 800 mil mujeres, para ser más concretos. Vidas como la de Catalina, Irlanda o Guadalupe son ejemplo de ello.
Guadalupe Andrea Chacaj
Guadalupe es técnica en seguridad alimentaria y nutricional del proyecto de desarrollo adecuado de mujeres y niños en comunidades indígenas de Quiché, Guatemala.
“Muchas mujeres y niños viven una situación de vulnerabilidad por la inaccesibilidad a los alimentos y por la falta de medios para su sostenibilidad. Con este proyecto, Cáritas ha podido brindar a familias de estas comunidades medios de vida, herramientas y distintas formaciones”.
Por ello, Guadalupe considera que “es importante seguir trabajando en estas áreas de pobreza extrema para que mujeres de Guatemala logren sostenibilidad en la producción de sus familias y consigan así un empoderamiento y una autonomía completa”.
Irlanda López Baten
Irlanda participa en el proyecto de desarrollo adecuado de mujeres y niños en comunidades indígenas de Quiché, Guatemala: “Cáritas llegó con nosotros aquí a San Pedro Jocopilas y descubrieron que éramos muchas las mujeres que estábamos solas o a cargo de una familia y que vivíamos una situación de vulnerabilidad alimentaria, lo que afectaba a nuestros hijos hasta llegar a la desnutrición”, relata.
Una vez que les dividieron en grupos, recibieron semillas de hortalizas y verduras para que de esta manera comenzaran a trabajar con ellas y conocer nuevas técnicas de cultivo sostenible: “También nos ofrecieron lombrices con las que pudimos aprender a hacer abono orgánico y gracias a la instalación de filtros, ahora ya tomamos agua limpia”, afirma.
Además, precisa que “las gallinas nos proporcionan huevos que podemos comer en casa y también vender. Agradezco a Cáritas por cambiar nuestras vidas. Ahora estamos mucho mejor en nuestros hogares y nos sentimos más capaces de todo”, detalla.
Catalina Romao
Otra de las vidas que han cambiado de manera significativa gracias al apoyo de Cáritas es la de Catalina Romao, que actualmente es presidenta de la Asociación para la Contribución al Derecho a la Alimentación en Mozambique: “Agradecemos mucho la ayuda que nos ofrece Cáritas. Antes no teníamos una asociación como esta y gracias a ella estamos aprendiendo a hacer muchas cosas”.
En esta asociación las mujeres ostentan el liderazgo. Ellas son las encargadas de gestionar las formaciones, que van desde las relacionadas con higiene hasta las de temas de género. Con esas nuevas habilidades adquieren nuevos roles dentro de la comunidad: “Muchas personas no sabían leer ni escribir. Ahora, han aprendido a firmar con sus nombres e incluso participan en los eventos que organiza la comunidad”, afirma Catalina.
Los cursos de alfabetización que se imparten en la asociación están siendo un éxito en la vida comunitaria, al igual que los de agricultura y nutrición: “Ya producimos nuestras propias hortalizas, como tomates o cebollas, y hemos mejorado la capacidad alimentaria de la comunidad”.