Cerro remarca en México la trascendencia de la Virgen de Guadalupe y agradece la hospitalidad

El arzobispo de Toledo, Francisco Cerro Chaves, ha concelebrado este domingo la Eucaristía que presidía el cardenal-arzobispo primado de México, monseñor Carlos Aguiar Retes en el santuario de Nuestra Señora de Guadalupe. Al inicio de la celebración el arzobispo de Toledo dirigió a los presentes unas palabras en las que manifestaba la alegría y emoción de poder celebrar la Misa ante la imagen de la tilma de san Juan Diego.

Recordando el acto de hermanamiento de ambos santuarios el pasado mes de febrero en España, Cerro subrayó como este hermanamiento tiene como fin “promover y divulgar el amor a la Beatísima siempre Virgen María, Madre de Dios y Madre nuestra, invocada en México y en España con este nombre singular: Guadalupe”.

Aquel día de febrero en Toledo, se acordó celebrar el 6 de septiembre, fiesta litúrgica de la Virgen de Guadalupe en Extremadura, en la Basílica del Tepeyac. Y celebrar la fiesta de la Virgen de Guadalupe de México, el día 12 de diciembre, en la Basílica española. Que la Virgen extremeña recibiera culto en la Basílica mexicana y que la Santa Tilma con la imagen de Santa María sea venerada también en la Basílica de la Puebla de Guadalupe. Y que en ambos santuarios se rece por la paz y por los pueblos hermanos de México y España.

Cerro entregó un cuadro al óleo del pintor malagueño Raúl Berzosa sobre la Morenita de las Villuercas “para que sea venerada en esta querida Basílica”: “Detrás de la imagen de Nuestra Señora, se alza su Santuario extremeño, que es “casa de María y hogar de sanación”, como hemos recordado en la Carta Pastoral conjunta de inicio del Jubileo, el Arzobispo de a Toledo y los Obispos de la Provincia Eclesiástica de Mérida-Badajoz”.

”, ha subrayado Cerro. El arzobispo de Toledo ha agradecido al cardenal primado de México “

”: “

”.

“El querido pueblo mexicano que un día recibió la fe en el “

” de los franciscanos “

”, hoy se ha convertido para la Iglesia entera en

”, ha dicho Cerro durante el saludo a los fieles presentes.