Juan Ortega: “La enseñanza religiosa escolar es sumamente necesaria para la formación integral de la persona”
El coordinador del III Congreso del Profesorado de Religión en Andalucía, que se celebra este fin de semana en Granada, repasa cómo afecta el cambio legislativo a la asignatura
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“Cada vez que se produce un cambio legislativo afecta a la enseñanza de la Religión en la escuela. En esta ocasión el cambio es más profundo que los anteriores y así se ha recogido en el nuevo currículo aprobado por la Conferencia Episcopal Española que lo hace bascular en el diálogo con los grandes retos de la sociedad actual sin renunciar, por supuesto, a la propuesta cristiana, en sintonía con el pacto educativo global impulsado por el Papa Francisco”. Así lo ha explicado Juan Ortega, coordinador del III Congreso del Profesorado de Religión en Andalucía.
Este encuentro ha congregado en Granada los días 19 y 20 de noviembre a más de 600 profesores de todas las provincias andaluzas que han trabajado en la formación permanente junto a auténticos expertos en la materia que han iluminado su quehacer cotidiano.
¿Qué ha cambiado?
Juan Ortega ha sido durante 25 años el delegado Diocesano de Enseñanza de Asidonia-Jerez, ahora, asegura que “mentiría” si dijera que no ha cambiado nada en ocho años, “pero es que cada Elementos clave de currículos anteriores como la dignidad y la identidad humana, la convivencia en sociedad o el reconocimiento de la interioridad son tratados, como no podía ser menos, desde la perspectiva cristiana-católica en un afán integrador y respetuoso con una sociedad plural, a la vez que propone opciones vitales propias a las que no se puede renunciar como parte de esa misma sociedad”.
Este congreso, ha asegurado, “ha sido una gran oportunidad para presentar el Evangelio en la escuela, una oportunidad que no podemos desaprovechar ya que la aportación de la Religión en la formación y educación de la persona del siglo XXI es sumamente importante para el desarrollo integral de la misma. Desde la aprobación de la Constitución y la firma de los Acuerdos Iglesia-Estado de 1979, la enseñanza de la religión ha ido cambiando su estatus con cada ley educativa aprobada. Esto no ha sido un escollo para que esta enseñanza con un método científico propio se haya ido adaptando a las leyes educativas del momento y con un fuerte compromiso educativo que ayude a la persona al crecimiento intelectual y personal”.
A la vanguardia pedagógica
Así las cosas, ha subrayado que lo apasionante es mantener la presencia académica de la Enseñanza Religiosa Escolar, “adaptarla modélicamente a las reformas educativas, mantenerse en la vanguardia pedagógica y no cesar en el empeño de continuar ofreciendo a nuestros niños y jóvenes la posibilidad de descubrir la profundidad del ser humano y la capacidad transcendente de la que gozamos”.
Y es que, según ha profundizado, nuestra sociedad está necesitada de este gran mensaje “que nos hace crecer como personas y que se transmite sistemáticamente en nuestras clases de Religión”.
Por eso la Enseñanza Religiosa Escolar “es sumamente necesaria para la formación integral de la persona, objetivo prioritario del sistema educativo. Sin la presencia religiosa en nuestros centros educativos, estaría sesgada y descuidada una parte muy importante de la configuración de la personalidad humana. De ahí que nuestro Congreso haya querido incidir en la Enseñanza Religiosa Escolar como catalizador de la configuración de la personalidad del alumno y cómo esta enseñanza, que evoluciona al ritmo que el resto de las materias docentes, es una asignatura para este siglo XXI”.