Escuelas Católicas trabaja en la reconstrucción de sus centros afectados por la DANA: "Estamos ya en pie"
Durante el XVII Congreso de Escuelas Católicas, Monseñor Luis Argüello, presidente de la Conferencia Episcopal Española, ha destacado la importancia de la sinodalidad y la vocación cristiana en la educación
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Con un minuto de silencio y un largo aplauso por las víctimas de la DANA, ha comenzado este jueves 7 de noviembre el XVII Congreso de Escuelas Católicas, que se celebrará hasta el 9 de noviembre en Madrid. Bajo el lema “Ser, estar, educar… con nombre propio”, el evento ha reunido a casi 2.000 personas del sector educativos, autoridades eclesiásticas, como el presidente de la Conferencia Episcopal Española, monseñor Luis Argüello, y representantes del ámbito político.
monS. Luis Argüello: "CAMINAR JUNTOS"
El arzobispo de Valladolid, ha subrayado la importancia de la sinodalidad y la colaboración en la misión educativa. Monseñor ha destacado que las escuelas católicas son una "estupenda ocasión" para concretar el deseo de la Iglesia de "compartir camino" entre familias, parroquias y centros educativos y que, en estos momentos, "caminar juntos" es "una palabra fuerte" especialmente en los tiempos difíciles que estamos viviendo.
Argüello, que acaba de regresar de Roma tras participar en el sínodo, ha vinculado su mensaje al proyecto de la Iglesia española, que en este momento se centra en el concepto de "vocación": "La vocación es algo esencial para nuestra vida cristiana y, como Iglesia, debemos ayudar a cada uno de nuestros alumnos a descubrir su nombre secreto", afirmó, refiriéndose a la llamada personal que cada persona tiene en su vida.
El arzobispo hizo un énfasis especial en la misión de las escuelas católicas: "Ayudar a los alumnos a descubrir su condición de hijos, de hermanos, y la forma concreta en que el amor les está convocando a responder a las necesidades del mundo en el que vivimos". Para él, la escuela católica es un espacio clave para que los jóvenes comprendan no sólo "quiénes son", sino "para quiénes son", es decir, su propósito en la vida y su vocación cristiana.
Por último, Monseñor Argüello ha concluido su intervención invitando a todos los presentes a reflexionar sobre la importancia de vivir la vida como una vocación, "preguntarse no solo quién soy, sino para quién soy". En este sentido, ha destacado que el Congreso es un momento oportuno para reforzar el compromiso de la educación católica con la formación integral de los jóvenes, basándose en los valores cristianos y en el acompañamiento espiritual.
Vicenta rodríguez: "valencia en pie"
La secretaria autonómica de Escuelas Católicas Valencia, Vicenta Rodríguez, ha expresado la importancia de la solidaridad en momentos de adversidad y ha agradecido todo el apoyo y muestras de cariño recibidas: “Más fuertes que las olas que arrastran cañas y maleza, que arrastran coches y enseres, son las olas de solidaridad”. Ahora es momento de coordinar apadrinamientos entre colegios, -dijo- y de que las manos se entrelacen y nos ayudemos. De ahí, la campaña que desde Escuelas Católicas se ha puesto en marcha, con el lema “Escuelas en pie”, para la reconstrucción de los colegios afectados.
También ha subrayado que el ánimo que les guía ahora es el propio que se expresa en el himno regional de la Comunidad Valenciana: “Valencianos alcémonos en pie y que la luz salude de nuevo el sol”, y así lo están haciendo los colegios con la ayuda de todos porque “desde Valencia las escuelas estamos ya en pie”.
Ana Mª Sánchez: "nombres en el corazón"
Sobre el lema del Congreso, la presidenta de Escuelas Católicas, Ana Mª Sánchez, ha asegurado que decir nuestro nombre es reconocer nuestra identidad personal, y que pronunciarlo juntos nos recuerda aquello que somos: “escuelas católicas que evangelizan y que hacen de la educación su pasión”. Afirmó también que cada uno de los presentes lleva en su corazón muchos otros nombres, los nombres propios de las comunidades educativas, de familiares, alumnos… Antes de finalizar recordó tener presente el objetivo del Pacto Educativo Global propuesto por el Papa Francisco: “poner a cada persona en el centro, cada día, con nuestra forma de estar y de educar”.
Librada María Carrera: "inclusión, solidaridad y educación de calidad"
La subdirectora general de Centros y Programas, Librada María Carrera, que ha acudido en representación del Ministerio de Educación después de que la ministra de Educación, Pilar Alegría, excusase su asistencia como consecuencia de la DANA, ha tenido unas primeras palabras de consuelo y cariño para las escuelas católicas de Valencia y las familias afectadas.
Ha subrayado que el lema de este Congreso es reflejo de lo que son y deben ser las escuelas católicas, escuelas que" no sólo transmiten conocimientos, sino que descubren el potencial de cada alumno con nombre propio, que reconocen la diversidad en las aulas, que guían, acompañan y personalizan el aprendizaje".
También ha expresado el compromiso real del Ministerio con la escuela concertada a la que reconoció su labor por la "inclusión, la solidaridad, la educación de calidad y por sacar lo mejor de cada alumno". Ha destacado el carácter complementario de ambas redes, pública y concertada, cada una con su singularidad, y siendo conscientes de que para que puedan seguir cumpliendo con su misión la escuela concertada debe dotarse de los recursos necesarios y suficientes, y de una retribución justa de su profesorado: “El Ministerio es consciente de la importancia y del carácter complementario de la educación concertada".
Pedro Huerta: "106 butacas vacías"
Por su parte, el secretario general de Escuelas Católicas, Pedro Huerta, tras saludar a las autoridades y representantes de distintas organizaciones presentes y recordar especialmente las 106 butacas vacías en el auditorium de las personas de Valencia que finalmente no han podido acudir, habló de la importancia de la educación como un acto “profundamente humano y transformador”, en el que la escuela se convierte en un “espacio de encuentro donde se cultiva el ser, se fortalece el estar y se hace vida la misión de educar”.
Subrayó que la labor educativa debe centrarse en la persona, acogiendo a cada individuo como único y valioso, y promoviendo un espacio donde todos puedan descubrir su identidad en diálogo. Enfatizó también que el acto de "estar" en el mundo supone un compromiso activo y compartido, en el cual la escuela se convierte en una casa que acoge, en un lugar de aprendizaje y relaciones significativas, reafirmando la educación como una vocación centrada en la comunidad y el desarrollo integral.
Manifestó que para las escuelas con ideario cristiano “somos y estamos porque educamos. Es nuestra misión y vocación, nuestro modo de ser Iglesia”. Una misión que no responde a motivos comerciales, sino a un llamado para ser testimonio de transformación y de valores cristianos en la sociedad.
MENSAJE DEL PAPA Y CIERRE DE LA inauguración
Durante la ceremonia de inauguración, los asistentes recibieron un mensaje en vídeo del Papa, grabado recientemente por el equipo directivo de EC durante una visita a Roma. En sus palabras, destacó la importancia de la labor educativa y afirmó: “La educación es una inversión para el futuro”. Con este mensaje, el papa subrayó el valor de la educación como pilar fundamental para construir una sociedad más justa y esperanzadora, inspirando a los presentes a continuar su compromiso con la formación de futuras generaciones.
El acto finalizó con la actuación musical de la reconocida cantante Diana Navarro, quien puso el broche final al acto inaugural con su voz y sensibilidad artística con la interpretación de un emotivo repertorio de canción espiritual.
#ECescuelasenpie
En el marco de este Congreso, se ha lanzado la campaña de reconstrucción "EC. Escuelas en pie", una iniciativa de Escuelas Católicas destinada a apoyar la restauración de centros educativos afectados por la reciente DANA. Con el lema #ECescuelasenpie, esta campaña responde a la devastación que ha dejado el fenómeno en varias regiones, afectando gravemente tanto la infraestructura como el equipamiento de numerosos colegios en el Levante, Castilla-La Mancha y Andalucía. El objetivo es movilizar recursos para reparar los daños más urgentes, reponer el mobiliario y el material escolar, y ofrecer programas de apoyo psicológico para las comunidades educativas afectadas.