García Magán recuerda que “la labor de la Iglesia es concreta, humana y profundamente transformadora"

El secretario general de la Conferencia Episcopal repasa en un artículo en ABC "las claves que definen el camino de la Iglesia en España en los últimos años"

EFE

Francisco César García Magán

Redacción Religión

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“El nuevo año nos desafía a pensar en nuestras prioridades, en nuestros valores, en nuestro modo de vivir”; con esas palabras, el secretario general de la Conferencia Episcopal, Francisco César García Magán, nos invita a preguntarnos “¿qué podemos aprender de la humildad, de la pobreza, de la sencillez de la escena del pesebre?”.

Es una de las reflexiones que el obispo auxiliar de Toledo realiza en un artículo publicado en ‘La Tercera’ del diario ABC, titulado 'Algo más que transparecia', donde, tras la Memoria Anual de Actividades presentada por la Conferencia Episcopal, asegura que “Detrás de las cifras y los datos, lo que verdaderamente importa son las vidas tocadas por esta misión. Pienso en la madre que encuentra el apoyo necesario para seguir adelante, en el joven que recupera su autoestima gracias a un programa de reinserción laboral... Estas historias nos recuerdan que la labor de la Iglesia no es abstracta”.

la transparencia como "una manera de construir confianza con la sociedad en su conjunto"

De hecho, aludiendo al título del artículo, García Magán asegura que la memoria no es solo un ejercicio de transparencia, una de las claves que define el camino de la Iglesia en España en los últimos años. Tampoco es una simple rendición de cuentas. Quiere ser una ventana abierta a una misión viva y dinámica, donde se combinan cifras y acciones concretas que impactan profundamente en la sociedad.”. “Más allá de los números, la Memoria refleja historias reales de servicio, acompañamiento y esperanza, y nos invita a mirar el rostro humano que hay detrás de cada estadística”, añade.

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Francisco César García Magán

Esa transparecia que refleja la CEE en su memoria y con la auditoria de la misma por un organismo independiente, dice García Magán que “no solo es un deber hacia quienes apoyan la misión de la Iglesia, sino también una manera de construir confianza con la sociedad en su conjunto. Y más en un contexto como el que vivimos actualmente, con demasiado ruido y demasiadas sospechas”.

"Hoy vivimos en un clima en el que la incertidumbre, el miedo e incluso el odio, son emociones extendidas y, a veces, hasta dominantes", asegura el obispo auxiliar de Toledo. "La generalización de la desconfianza provoca bloqueo y desánimo en el ambiente profesional, social y político. La confianza es un activo frágil y se relaciona también con la capacidad de escuchar y de narrar con sinceridad la propia experiencia", concluye,

historias y rostros detrás de los datos

Recordando algunos de los datos destacados de la Memoria Anual de Actividades de la Conferencia Episcopal, el secretario general ha hecho mención a los contribuyentes que marcaron la X de la Iglesia en su Declaración de la Renta permitieron recaudar 382.437.998 euros, un incremento del 6,6 por ciento en comparación con el año anterior.

Un incremento que García Magán ha utilizado para recordar que “por cada euro que la Iglesia invierte para cumplir su misión pastoral, social y cultural, se generan 1,65 euros en la economía española. Este impacto económico directo muestra cómo la acción de la Iglesia no solo beneficia a sus destinatarios inmediatos, sino que también contribuye al bienestar general de la sociedad”.

La labor asistencial de la Iglesia, también la educativa, son pilares fuertes de la acción de la Iglesia durante el año, con más de 8.800 centros asistenciales que en 2023 atendieron a más de 3,8 millones de personas; o los más de 1,4 millones de alumnos formándose en colegios de inspiración católica, estos centros no solo ofrecen una educación de calidad basada en valores, sino que también representan un importante ahorro para el Estado, estimado en más de 4.600 millones de euros anuales.

Pero la misión de la Iglesia no se limita a sus instituciones. Su dinamismo se refleja también en las más de 45 millones de horas que sacerdotes y laicos dedicaron a la actividad pastoral en 2023. Desde el acompañamiento espiritual en parroquias rurales hasta la presencia en cárceles y hospitales, la Iglesia busca estar allí donde más se necesita. Este compromiso no es solo una expresión de fe, sino también un acto de amor hacia el prójimo, un encuentro que transforma tanto al que da como al que recibe.

VIDAS TOCADAS POR LA MISIÓN

Sin embargo, estas cifras y datos traen consigo “vidas tocadas por esta misión”. García Magán asegura que “al escribir estas líneas, pienso en la madre que, en un centro de defensa de la vida, encuentra el apoyo necesario para seguir adelante, en el joven que recupera su autoestima gracias a un programa de reinserción laboral, o en el anciano que vive sus últimos años rodeado de cuidado y afecto en una residencia. Estas historias nos recuerdan que la labor de la Iglesia no es abstracta: es concreta, humana y profundamente transformadora”.

El obispo auxiliar de Toledo no ha querido olvidarse de “los voluntarios, catequistas, agentes pastorales y laicos comprometidos que hacen posible esta misión”. Asegura que, “son ellos quienes sostienen con su entrega diaria el corazón de la Iglesia, llevando luz a las sombras de nuestra sociedad.” “A todos ellos, quiero expresar mi gratitud”. En un momento de polarización y erosión de los sistemas e instituciones básicos de nuestra convivencia; de hiperconectividad y, paradójicamente, de soledad, su labor es un ejemplo de lo que significa vivir el Evangelio y encarnar su mensaje de esperanza”, añade.

Con esta Memoria, dice García Magán, “queremos ofrecer a la sociedad una visión no solo de lo que hacemos, sino de cómo lo hacemos, con responsabilidad, transparencia y un compromiso profundo. Una realidad imperfecta, pero llena de esperanza, que nos impulsa a seguir adelante”.

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Francisco César García Magán

“En nombre de todos los que forman parte de esta misión”, concluye el secretario general de la Conferencia Episcopal, “gracias por confiar en nosotros y permitirnos ser instrumentos de un cambio que empieza con el amor. Amor que tiene su fuente en el compromiso de Dios que nace pequeño, débil para que todos podamos acercarnos a Él, con esperanza y paz.”.