La historia de Jesús Alemán: de ser torturado en Venezuela a ayudar a refugiados políticos en España

Jesús Alemán fue encarcelado en 2014 en Venezuela y, tras ser torturado y exiliado, ayuda a otros refugiados en España con dos proyectos

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Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Jesús Alemán fue torturado como preso político por el Gobierno de Maduro. Sin embargo, ha salvado la vida de milagro: se encasquilló una pistola que le iba a disparar, sobrevivió a ser asfixiado con una bolsa y tres granadas cerca de él no explotaron.

Su historia es la de la generosidad. Tras llegar a España, expulsado de su país, ha fundado la ONG Refugiados sin fronteras, que ha ayudado a más de 2000 personas. También la Fundación Talento 58 para promover el talento de los migrantes.

A los doce años, Jesús empezó a plantearse que lo que ocurría en Venezuela no era normal, pues veía en la sección de sucesos de la prensa que todos los días había 4-5 homicidios. ''Sabíamos que no es viable en un país''. Esa situación, junto a la desigualdad, inseguridad y falta de políticas públicas, despertó su conciencia política. ''Ver tantas desigualdades me motivó a unirme a grupos, fui parte del centro de estudiantes de mi colegio''. Nació una lucha por querer recueprar ''el país que me contaban mis abuelos, mis tíos y mis padres''.

Los milagros que le salvaron e hicieron devolver bien por bien

Fue preso en 2014 por participar en una protesta. Varios policíias le dieron una paliza. En 2018 fue apresado por segunda vez, aislado y torturado, entre otras cosas, con descargas eléctricas. Después fue llevado a una cárcel. Allí hubo un motín y sobrevivió a tres granadas que se quedaron sin explotar a su alrededor.

Asegura que desde 2014 a hoy, han sido detenidos más de 16.000 personas y ha habido más de 9.000 torturados. Hoy hay 274 presos políticos: 6 son españoles. Posiblemente estén siendo torturados, pues ''utilizan la tortura como política de Estado''.

Llegado a España, Jesús quiso responder a los milagros fundando en España estos proyectos para ayudar a otros refugiados.

''La gran mayoría de la gente que está llegando tiene títulos universitarios''. Y pone un ejemplo: ''Cuando tú pides una pizza, quien te la lleva a casa puede ser un cirujano, ingeniero o veterinario''. Veían ''que en la España rural hacía falta estos talentos''. Así que hicieron de ''intermediarios para colocar a estos talentos en estos espacios donde hacían falta''.

''Son personas que vienen a aportar''

Sobretodo han trabajado en Castilla y León: Benavente (Zamora), Sanchonuño (Segovia), Matilla de la Seca (Zamora) o Fermoselle (Zamora), donde han empadronado a 69 personas en dos años. ''Son personas que vienen a aportar''. En este municipio el colegio tenía 20 niños y ahora hay 40.

También han conseguido reabrir el supermercado del pueblo, garantizando abastecimiento. ''Es un win-win para los refugiados como para los pueblos''. Este supermercado lleva funcionando un año y dos meses. También han reabierto una explotación de cerdos, al igual que bares y hasta ocho empresas.

Aunque la gente le dice que son casualidades, él habla de ''diosidades''. Y es que: ''He pasado por situaciones que, si no son un milagro, no encuentro otra respuesta''.