La Iglesia, al lado de los damnificados por el incendio de Las Hurdes: "Vienen afectados: tristeza y miedo"

El incendio forestal declarado la noche de este miércoles en el término municipal de Pinofranqueado, en la comarca de Las Hurdes, continúa fuera de control. Las llamas avanzan hacia la Sierra de Gata provocando una imagen desoladora: una chimenea de fuego en medio de pinares en lo que se considera un atentado contra los bosques.

Un fuego de nivel 2 de peligrosidad que se ha originado en varios frentes por lo que todo apunta a que ha sido intencionado. El viento que vuelve a soplar con fuerza en la zona no contribuye a apaciguar la bravura de las llamas. Catorce efectivos aéreos, helicópteros y bomberos han comenzado a descargar agua para ayudar a los 275 efectivos de la UME que intentan controlar el fuego.

El INFOCA ordenó en la madrugada de hoy la evacuación de nuevos municipios de la provincia de Cáceres. Medio millar de personas han tenido que ser realojadas en diversas instalaciones y, entre ellas, la residencia de la Inmaculada, en Coria y perteneciente a la diócesis.

Irene González, encargada de la residencia, ha contado que “han llegado tres personas, provenientes de Cadalso, en ambulancia de Cruz Roja, acompañados de sus familiares. Venían con lo puesto, en pijama, con bata... Les han llamado a las tres de la mañana y les han dicho que tenían que abandonar sus casas”.

“Es muy duro, vienen afectados, con tristeza y miedo, pero nuestra misión es que se sientan a gusto y hacerles más llevadero el momento”, ha subrayado Irene. No es la primera vez que esta residencia acoge evacuados. Ya pasó, y en mayor número, con el de Acebo: “Siempre nos gusta colaborar y ayudar. Somos la Iglesia y siempre nos ofrecemos para estar ahí en lo que se necesite”.

En su cuenta de Twitter, la diócesis ha publicado un mensaje uniéndose “al dolor y la preocupación de los cacereños por el incendio que azota nuestra tierra” y ha pedido rezar “por todos los que están trabajando en las labores de extinción”.