Lee todos los discursos y consejos del Papa Francisco para vivir la Cuaresma
Prepárate para vivir la Cuaresma con todos los mensajes y consejos prácticos del papa para aplicar a la propia vida
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A continuación recopilamos todos los mensajes del Papa Francisco para la Cuaresma desde el inicio de su pontificado con las ideas más importantes de los mensajes, consejos prácticos sobre cómo vivir la Cuaresma e ideas para poner en práctica en nuestras vidas durante este tiempo litúrgico. Nos ayuda a ello el portal web Arguments.
Mensaje del Papa Francisco para la Cuaresma 2019
El mensaje para la Cuaresma del Papa Francisco tiene como título “La creación, expectante, está aguardando la manifestación de los hijos de Dios”.
El Papa Francisco propone en su mensaje para la Cuaresma 2019 tres puntos de reflexión: la redención de la creación, la fuerza destructiva del pecado y la fuerza regeneradora del arrepentimiento y del perdón. Todas estas ideas llegan en un momento de renovación para la Iglesia con la fuerte crisis de abusos que ha vivido durante los últimos años y especialmente en los últimos meses.
Antes de llegar a los tres puntos, el Papa señala que la Cuaresma es camino para la Pascua. La Resurreción nos da la esperanza y es por esa razón por la que tiene sentido este tiempo de conversión que es la Cuaresma, examinando estas tres ideas a las que hace referencia el Papa.
Puedes leer el artículo original pinchando aquí.
1. La redención de la creación
Si vivimos realmente como hijos de Dios, teniendo presente en nuestra vida la muerte y resurrección de Jesús, la creación se beneficiará de nuestro modo de actuar: para esto quizá el mejor ejemplo es San Francisco de Asís.
Cuando la caridad de Cristo transfigura la vida de los santos —espíritu, alma y cuerpo—, estos alaban a Dios y, con la oración, la contemplación y el arte hacen partícipes de ello también a las criaturas, como demuestra de forma admirable el “Cántico del hermano sol” de san Francisco de Asís (cf. Enc. Laudato si’, 87).
2. La fuerza destructiva del pecado
Sin embargo, los hombres hemos pecado y tenemos comportamientos destructivos hacia nuestro prójimo, los demás hombres, y hacia el resto de las criaturas. Creemos que somos los señores del mundo y que podemos hacer lo que deseemos con los demás y con el mundo. Es la lógica de la dominación, la ley del más fuerte.
Si no anhelamos continuamente la Pascua, si no vivimos en el horizonte de la Resurrección, está claro que la lógica del todo y ya, del tener cada vez más acaba por imponerse.
3. La fuerza regeneradora del arrepentimiento y del perdón
Para luchar contra las inclinaciones del pecado llega la Cuaresma y las prácticas que ha recomendado tradicionalmente la Iglesia: ayunar, rezar y dar limosna. Ayunar para cambiar la actitud hacia las demás criaturas, rezar para renunciar a uno mismo y dar limosna, para salir de nosotros mismos y de nuestra acumulación de riquezas.
La Cuaresma es signo sacramental de esta conversión, es una llamada a los cristianos a encarnar más intensa y concretamente el misterio pascual en su vida personal, familiar y social, en particular, mediante el ayuno, la oración y la limosna.
El mensaje completo se puede leer en la página web del Vaticano.
Mensaje del Papa Francisco para la Cuaresma 2018
Francisco nos alienta a vivir la Cuaresma con un mensaje para profundizar en su sentido. ”Deseo ayudar a toda la Iglesia a vivir con gozo y con verdad este tiempo de gracia”. (…) ”Dios nos ofrece cada año la Cuaresma, «signo sacramental de nuestra conversión», que anuncia y realiza la posibilidad de volver al Señor con todo el corazón y con toda la vida”.
1. Huir de los falsos profetas: los encantadores de serpientes y los charlatanes
Francisco nos alerta contra los falsos profetas. Distingue entre dos tipos:
a) Los encantadores de serpientes: son los que se aprovechan de las emociones humanas para esclavizarnos a través de ellas. Nos engañan haciéndonos confundir el placer momentáneo con la felicidad que anhelamos.
b) Los charlatanes: ofrecen soluciones sencillas e inmediatas a los problemas difíciles. Soluciones que resultan ser inútiles finalmente: la droga, el alcohol, relaciones de “usa y tirar”… Son unos estafadores, porque no solo nos engañan al ser medidas ineficaces, sino que nos roban lo más valioso que tenemos: nuestra dignidad, nuestra libertad y nuestra capacidad de amar.
El demonio ”presenta el mal como bien y lo falso como verdadero, para confundir el corazón del hombre”. Por eso el Papa nos anima a preguntarnos en el fondo de nuestro corazón qué cosas son las que nos dejan una huella profunda y llena de felicidad. Esas cosas son las que vienen de Dios y no del padre de la mentira.
2. Que no se enfríe nuestro corazón
”Lo que apaga la caridad es ante todo la avidez por el dinero” dice Francisco. Cuando esto sucede, los primeros contra los que cargamos son los más débiles, a los que consideramos una amenaza contra nuestros intereses: los enfermos, los ancianos, los extranjeros, el niño no nacido, etc.
Después también cargamos contra el planeta, contra la creación.
Y por último, se enfría el amor en nuestras comunidades. Las manifestaciones de este enfriamiento de la caridad son: ”la acedia egoísta, el pesimismo estéril, la tentación de aislarse y de entablar continuas guerras fratricidas, la mentalidad mundana que induce a ocuparse sólo de lo aparente, disminuyendo de este modo el entusiasmo misionero”.
3. Remedios: la oración, la limosna y el ayuno
El Papa nos propone dedicar más tiempo a la oración durante esta Cuaresma. El hábito de rezar hace que nuestro corazón descubra las mentiras, a veces ocultas, con las que nos engañamos a nosotros mismos. Y así podamos buscar y poner en el centro de él a Jesús.
Y junto a la oración, la limosna. Su ejercicio ”nos libera de la avidez y nos ayuda a descubrir que el otro es mi hermano: nunca lo que tengo es sólo mío”. ”Cuánto desearía que la limosna se convirtiera para todos en un auténtico estilo de vida”. ”Cada limosna es una ocasión para participar en la Providencia de Dios hacia sus hijos”.
Y por último, el ayuno. "Nos despierta, nos hace estar más atentos a Dios y al prójimo, inflama nuestra voluntad de obedecer a Dios, que es el único que sacia nuestra hambre”. Mediante el ayuno experimentamos qué se siente al pasar necesidad. Nos hace más sensibles ante las carencias y sufrimientos de los demás. El ayuno nos ayuda a no volver la cara y hacer lo que esté en nuestra mano para aliviarlo".
4. El fuego de la Pascua
”El corazón de Dios no se apaga. Él siempre nos da una nueva oportunidad para que podamos empezar a amar de nuevo”.
Una ocasión propicia para vivir todo esto que nos propone el Papa será la iniciativa «24 horas para el Señor». Se nos invita nuevamente a celebrar el Sacramento de la Reconciliación en una jornada de adoración eucarística. Tendrá lugar de la noche del viernes 9 a la tarde del sábado 10 de marzo. Como telón de fondo este año están las palabras del Salmo 130,4: «De ti procede el perdón». ”En cada diócesis, al menos una iglesia permanecerá abierta durante 24 horas seguidas, para permitir la oración de adoración y la confesión sacramental”.
”Que la luz de Cristo, resucitado y glorioso, disipe las tinieblas de nuestro corazón y de nuestro espíritu, para que todos podamos vivir la misma experiencia de los discípulos de Emaús: después de escuchar la Palabra del Señor y de alimentarnos con el Pan eucarístico nuestro corazón volverá a arder de fe, esperanza y caridad”.
5. Recapitulando…
Te dejamos un resumen para que tengas a mano lo más importante del mensaje de Francisco para esta Cuaresma.
Mensaje del Papa Francisco para la Cuaresma 2017
El Papa Francisco nos invita en el mensaje para la Cuaresma 2017 a una conversión profunda, a volver a Dios “de todo corazón” (JI 2, 12). Esta conversión no nos hace contentarnos con una vida mediocre, sino que acrecienta nuestra amistad con el Señor.
Francisco nos exhorta a “intensificar nuestra vida de espíritu” por medio del ayuno, la limosna y la oración a través de la meditación frecuente de la palabra de Dios. La parábola del hombre rico y el pobre Lázaro “nos da la clave para entender cómo hemos de comportarnos para alcanzar la verdadera felicidad y la vida eterna, exhortándonos a una sincera conversión”. Remarca tres puntos esenciales que surgen de la meditación de la parábola.
1. El otro es un don
La parábola nos presenta los dos personajes. Sin embargo, la descripción del pobre es mucho más detallada. “El pobre se llama Lázaro: un nombre repleto de promesas, que significa ‘Dios ayuda’”. Se nos muestra como alguien que nos es conocido. “Tiene un rostro; y como tal es un don, de valor incalculable, un ser amado por Dios, aunque su condición concreta sea la de un desecho humano”. Mientras que para el rico es alguien totalmente invisible.
Lázaro nos enseña que el otro es un don. El pobre en la puerta del rico no es una molestia, sino una llamada a convertirse y cambiar. “La Cuaresma es un tiempo propicio para abrir la puerta a cualquier necesitado y reconocer en él el rostro de Cristo”. Pero para hacer esto hay que tomar en serio lo que nos revela la parábola sobre el hombre rico.
2. El pecado nos ciega
El rico, al contrario que el pobre Lázaro, no tiene nombre, se califica sólo como “rico”. En él se entrevé la corrupción del pecado.
Aquí el Papa Francisco recurre al esquema ignaciano. Este revela esencialmente como Lucifer exhorta a los espíritus malignos a echar redes y cadenas; de manera que primero deberán tentar de “codicia de riquezas”. El apóstol Pablo dice que la codicia es la raíz de todos los males, esta es una lógica egoísta que lleva fácilmente al “vano honor del mundo”. Su personalidad fundada en la apariencia esconde un vacío interior prisionera de la exterioridad. El peldaño más bajo es la crecida soberbia, que lleva a la ceguera de las personas que están a su alrededor. “El rico no ve al pobre hambriento, llagado y postrado en su humillación”.
3. La Palabra es un don
“La liturgia del Miércoles de Ceniza nos invita a vivir una experiencia semejante a la que el rico ha vivido de manera muy dramática”. Esto mediante las siguientes palabras de la Escritura: “Acuérdate de que eres polvo y al polvo volverás”.
La parábola se dirige al más allá, cuando el rico mantiene un diálogo con Abraham, demostrando que pertenece al pueblo de Dios. Ese aspecto hace su vida todavía más contradictoria, pues en ella no había lugar para Dios.
La parábola se prolonga, y de esta manera se convierte en mensaje para todos los cristianos, después de su muerte descubrimos “el verdadero problema del rico: la raíz de sus males está en no prestar oído a la Palabra de Dios; esto es lo que le llevó a no amar ya a Dios y por lo tanto a despreciar al prójimo. La palabra de Dios es una fuerza viva, capaz de suscitar la conversión del corazón y orientarlo a Dios”.
Finalmente, el Papa recuerda que “la Cuaresma es el tiempo propicio para renovarse en el encuentro con Cristo vivo en su Palabra, en los sacramentos y en el prójimo”. Solo así daremos pleno testimonio de la alegría de la Pascua.
Mensaje del Papa Francisco para la Cuaresma 2016
La Cuaresma del Año de la Misericordia es especial. El Papa Francisco pide que la vivamos con mayor intensidad en los puntos 17 y 18 de la Misericordiae Vultus. Recopilamos en esta entrada las recomendaciones que el Papa nos hacía en la bula.
1. Meditar las Sagradas Escrituras.
Francisco nos señala dos textos en concreto.
a. Miqueas 7, 18-19. “¿Qué Dios hay como Tú, que quite la culpa y pase por alto el delito del Resto de tu heredad? No mantendrá su cólera por siempre pues se complace en el amor; volverá a compadecerse de nosotros, pisoteará nuestras culpas. ¡Tú arrojarás al fondo del mar todos nuestros pecados!”.
b. Isaías 58, 6-11. “Este es el ayuno que yo deseo: soltar las cadenas injustas, desatar los lazos del yugo, dejar en libertad a los oprimidos y romper todos los yugos; compartir tu pan con el hambriento y albergar a los pobres sin techo; cubrir al que veas desnudo y no abandonar a tus semejantes. Entonces despuntará tu luz como la aurora y tu herida se curará rápidamente; delante de ti avanzará tu justicia y detrás de ti irá la gloria del Señor. Entonces llamarás, y el Señor responderá; pedirás auxilio, y él dirá: “¡Aquí estoy!”. Si eliminas de ti todos los yugos, el gesto amenazador y la palabra maligna; si partes tu pan con el hambriento y sacias al afligido de corazón, tu luz se alzará en las tinieblas y tu oscuridad será como al mediodía. El Señor te guiará incesantemente, te saciará en los ardores del desierto y llenará tus huesos de vigor; tú serás como un jardín bien regado, como una vertiente de agua, cuyas aguas nunca se agotan”.
2. Participar en la iniciativa 24 horas para el Señor
Una jornada completa dedicada a la oración que corresponde al viernes y sábado antes del IV Domingo de Cuaresma: 3 y 4 de marzo. El Papa recuerda que es un día muy oportuno para acudir al sacramento de la Reconciliación (confesión).
3. Acoger a los Misioneros de la Misericordia
Ellos son, en palabras de Francisco, “un signo de la solicitud materna de la Iglesia por el Pueblo de Dios, para que entre en profundidad en la riqueza de este misterio tan fundamental para la fe. Serán sacerdotes a los cuales daré la autoridad de perdonar también los pecados que están reservados a la Sede Apostólica, para que se haga evidente la amplitud de su mandato. Serán, sobre todo, signo vivo de cómo el Padre acoge cuantos están en busca de su perdón”.
4. Practicar las obras de misericordia
En el mensaje para la Cuaresma de 2016, Francisco explica que podemos salir de nuestro egoísmo y “alienación existencial” gracias a las obras de misericordia. Así, a través de las obras de misericordia corporales “tocamos la carne de Cristo en los hermanos y hermanas que necesitan ser nutridos, vestidos, alojados, visitados, mientras que las espirituales tocan más directamente nuestra condición de pecadores: aconsejar, enseñar, perdonar, amonestar, rezar. Por tanto, nunca hay que separar las obras corporales de las espirituales”.
5. Tener como modelo a la Virgen María
Francisco destaca en el mensaje para la Cuaresma que “María, después de haber acogido la Buena Noticia que le dirige el arcángel Gabriel, canta proféticamente en el Magnificat la misericordia con la que Dios la ha elegido. La Virgen de Nazaret, prometida con José, se convierte así en el icono perfecto de la Iglesia que evangeliza, porque fue y sigue siendo evangelizada por obra del Espíritu Santo, que hizo fecundo su vientre virginal. En la tradición profética, en su etimología, la misericordia está estrechamente vinculada, precisamente con las entrañas maternas (rahamim) y con una bondad generosa, fiel y compasiva (hesed) que se tiene en el seno de las relaciones conyugales y parentales”.
Mensaje para la Cuaresma 2015
En este segundo mensaje de Cuaresma el Papa Francisco propuso superar la indiferencia hacia nuestros hermanos. Rezar por los demás, gestos concretos de caridad con los hermanos y pedir al Señor por nuestra conversión:
“Tener un corazón misericordioso no significa tener un corazón débil. Quien desea ser misericordioso necesita un corazón fuerte, firme, cerrado al tentador, pero abierto a Dios. Un corazón que se deje impregnar por el Espíritu y guiar por los caminos del amor que nos llevan a los hermanos y hermanas. En definitiva, un corazón pobre, que conoce sus propias pobrezas y lo da todo por el otro”.
Mensaje del Papa Francisco para la Cuaresma 2014
Fue el primer mensaje del Papa Francisco para la Cuaresma. Destacó especialmente el tema de la pobreza: los cristianos, a imitación de Cristo, tenemos que ser pobres y anunciar el Evangelio luchando contra la miseria espiritual. Y no solo eso, la Cuaresma es el tiempo para renunciar a algo que realmente nos cueste:
“La Cuaresma es un tiempo adecuado para despojarse; y nos hará bien preguntarnos de qué podemos privarnos a fin de ayudar y enriquecer a otros con nuestra pobreza. No olvidemos que la verdadera pobreza duele: no sería válido un despojo sin esta dimensión penitencial. Desconfío de la limosna que no cuesta y no duele”.