Luis Argüello invita a vivir la vida como vocación: "Es un asunto de comprensión de la vida"

'¿Para quién soy?' Esta es una de las preguntas que el Papa Francisco lanzó a los jóvenes hace 5 años cuando escribió la exhortación apostólica 'Christus vivit' en la que se dirigía a ellos. En el punto 286 aparece esta cuestión: “Muchas veces, en la vida, perdemos tiempo preguntándonos: “Pero, ¿quién soy yo?”. Y tú puedes preguntarte quién eres y pasar toda una vida buscando quién eres. Pero pregúntate: “¿Para quién soy yo?”. Eres para Dios, sin duda. Pero Él quiso que seas también para los demás”. De esta forma, el Pontífice unía dos inquietudes del corazón humano: la identidad y el sentido de la vida. 

Precisamente, con el objetivo de profundizar en la respuesta a esa pregunta y de indagar en el sentido real de la vocación, la Iglesia, bajo la coordinación del Servicio de Pastoral Vocacional de la Conferencia Episcopal Española (CEE), va a celebrar el 'Congreso de Vocaciones ¿Para quién soy? Iglesia, asamblea de llamados para la misión', del 7 al 9 de febrero de 2025, en Madrid.

Esta mañana, durante la presentación del Congreso, el presidente de la Conferencia Episcopal Española y arzobispo de Valladolid, Luis Argüello, ha desglosado los tres puntos que estructuran la propuesta de este evento: una perspectiva antropológica, eclesial y social. Como ha explicado, cada uno de estos enfoques está interconectado y ayuda a dar un sentido profundo al Congreso, que no sólo se centra en las vocaciones dentro de la Iglesia, sino también en el sentido de la vida en el contexto moderno.

"la vida como don"

En el plano antropológico, Argüello ha destacado la necesidad de superar el individualismo moderno y recuperar la vida como un don: "La humanidad vive un gran conflicto: ahondar en los caminos del individualismo autónomo o recuperar y proponer una comprensión de la persona como don. Nadie ha hecho unas oposiciones para venir a la vida. Somos don. Y sólo en la medida en que se vive así se descubre un sentido”.

"la vida en comunión"

Desde la perspectiva eclesial, ha subrayado que el Congreso también pone el foco en la sinodalidad y en la necesidad de un proyecto compartido entre todas las realidades eclesiales para animar una vida entendida como respuesta a la llamada de Dios: "Somos pueblo en camino. En este caminar juntos, subrayamos la importancia de todas las vocaciones de la Iglesia: los laicos, el ministerio ordenado y la vida consagrada. El modelo por excelencia de esta comunión es la celebración de la Eucaristía, donde la asamblea de llamados expresa la esencia misma de la Iglesia."

"la vida como una respuesta a las llamadas"

En el ámbito social, ha abordado la crisis de natalidad, que la vocación que está más en crisis es la del matrimonio y que, desde ahí, algunas expresiones de la vida consagrada. También del desafío del bien común: "Nuestras sociedades democráticas se han articulado en torno, fundamentalmente al principio, del derecho a tener derechos y de la libertad desvinculada. Entonces, una propuesta de poner en relación la libertad, digamos, con el amor, con el bien común, con los otros y promover no sólo asociaciones en favor de los derechos humanos, que creo que hay que hacerlo, sino también asociaciones en favor de los deberes humanos”. 

“Decir que todo el mundo tiene derecho a comer es bien fácil. Ahora, experimentar que los hambrientos suponen para mí un deber de respuesta ya es otra cosa...". Y ha añadido que "eso es entender la vida como una respuesta a las llamadas que percibo de los otros y especialmente de los otros más frágiles”.

En la presentación, también han intervenido el director de la Comisión Episcopal para los Laicos, Familia y Vida, Luis Manuel Romero; y el director de la Subcomisión de Pastoral para la Juventud y la Infancia, Raúl Tinajero.

Raúl ha explicado que el encuentro combinará ponencias marco con 64 experiencias, talleres y testimonios que abordarán diferentes realidades vocacionales y ofrecerán un espacio para el diálogo, la reflexión y el discernimiento.

Por su parte, Luis Manuel ha destacado que este Congreso se enmarca en el camino iniciado con el Congreso de Laicos de 2020. Ha subrayado que su inspiración proviene del Concilio Vaticano II y del magisterio del papa Francisco, en especial de su exhortación Christus vivit, que plantea preguntas esenciales sobre identidad y misión: "¿Para quién soy?".

Ambos responsables han recalcado el trabajo conjunto que ha hecho posible este evento. En él participan cuatro comisiones de la Conferencia Episcopal Española —Clero y Seminarios, Vida Consagrada, Misiones, y Laicos, Familia y Vida—, junto con instituciones como la CONFER (Conferencia Española de Religiosos) y CEDIS (Conferencia Española de Institutos Seculares). Esta colaboración refleja el espíritu sinodal del Congreso, que busca ser un proyecto común para toda la Iglesia.

El evento reunirá a 3.000 personas de diversas diócesis, movimientos e instituciones de vida consagrada, y tiene como objetivo ser un espacio de discernimiento y celebración. Como ha destacado el presidente de la Conferencia Episcopal, "queremos que sea una fiesta de la Iglesia, mostrando que la vida cristiana es vocación. El asunto es la vida entendida como vocación. Y este no es un asunto de la Iglesia sólo, es un asunto de comprensión de la vida. Mucha gente hoy se pregunta quién soy, incluso necesita pastillas para resolver el lío. Pero el Papa Francisco nos dice: ‘No se pregunten tanto quién soy, sino para quién soy’”.