El obispo de San Sebastián invita a los cristianos durante el Jubileo 2025 renovar el corazón "sin dejarnos llevar por las modas"

Fernando Prado ha ofrecido detalles en 'Ecclesia al día' de su carta pastoral 'En Él, nuestra esperanza', donde llama a los católicos a vivir con esperanza este Año Santo: "Pasar por la sala de máquinas de nuestro corazón"

Redacción Religión

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Con la llegada del año 2025, los católicos tenemos puesto la mirada en el Jubileo 2025 en Roma. Un año que la Iglesia nos invita a vivirlo con esperanza para alcanzar esa renovación de la Iglesia en tiempos de cambio cultural y social.

 

En la diócesis de San Sebastián esa esperanza se vivirá doblemente, con motivo de los 75 años de la creación de esta sede vasca. De ahí que su titular, Fernando Prado, haya publicado la carta pastoral 'En Él, nuestra esperanza'.

En 'Ecclesia al día', Prado ha explicado que es una llamada a la esperanza a la que nos invita el Papa Francisco para el próximo Jubileo, y recalca que esa esperanza “no es el mero optimismo humano de que todo irá bien”, sino la confianza de que la fuerza salvadora de Dios nos conduce “en medio de la humanidad”.

En este sentido, el obispo de San Sebastián la alertado sobre la tentación de vivir “dejándonos envolver por la desesperanza y aquellas cosas de la vida que nos tira hacia abajo de nosotros”.

“A tiempos recios, amigos fuertes de Dios”

En la carta pastoral de Fernando Prado, se hace referencia al contexto desafiante en el que viven los cristianos de este tiempo, por lo que invita a los creyentes a “hacer discernimiento en el mundo y tiempo que nos toca vivir”. Una tarea que puede desarrollarse, a juicio del prelado, “tratando de escuchar la voz de Dios” e interpretarlo.

Para Prado, Jesucristo se nos manifiesta de muchas maneras, como en acontecimientos que ocurren como “un mundo de guerras, una economía que parece que es la que manda en todo, el fenómeno de la emigración... tanta cosas que nos hablan del contexto que vivimos y tenemos que aprender a leer como una voz de Dios que nos está hablando a través de estos acontecimientos y dar respuesta como Iglesia al momento que nos toca vivir”.

Cuestionado por la misión que deben asumir los católicos en estos tiempos donde mayor hostilidad hacia los cristianos, Fernando Prado nos llama a “fortalecer nuestra vida de fe”, recurriendo a la frase de Santa Teresa de Jesús, “A tiempos recios, amigos fuertes de Dios”.

“Ser amigo fuerte de Dios es depositar nuestra confianza en Él y no en nosotros, que es lo que nos hace diferente, tener esa confianza”, ha agregado Prado, quien apela a dar testimonio del Evangelio en el que creemos.

“La vía de la evangelización es el camino del testimonio y, además, de un testimonio paciente. Hay que tener paciencia, el que actúa es Dios y no nosotros. Dios sabe lo que hace y tenemos que vivir con esa confianza poniendo lo mejor de nuestra parte”, ha puntualizado.

Fernando Prado propone renovar nuestro corazón sin "dejarnos llevar por las modas"

En un clima de creciente crispación y polarización, el obispo de San Sebastián también ha expresado la necesidad de renovarnos volviendo a los orígenes, “pasar por la sala de máquinas de nuestro corazón y nuestra propia conversión y adaptarse a los tiempos. Renovarse es volver a lo fundamental para desde el discernimiento adaptarnos a estos tiempos de cambio que estamos viviendo sin nostalgias del pasado ni soñar fantasías de futuro imposibles”, ha recalcado.

Pero Fernando Prado ha aclarado que adaptarse a los tiempos no implica “dejarnos llevar por las modas”, sino acompasar el Evangelio y su esencia “al momento que nos toca vivir, que es nuestra cultura. No es descafeinar el mensaje, sino cafeinarlo”.

Para ello, el obispo de San Sebastián propone como caminos a recorrer “la renovación espiritual” a través de la oración, la celebración litúrgica o los sacramentos, pero también explorar otras vías que nos ayudarán a volver a lo esencial, como “frecuentar a los pobres, porque nos habla de generosidad ,de gratuidad. Cuando ponemos el foco en la gente que peor lo pasa, nos damos cuenta de que muchas cosas quedan en un segundo plano y volvemos a lo esencial. Ayudar a los necesitados lo que hace es certificar nuestro amor a Dios”, apunta.

PINCHA AQUÍ PARA LEER LA CARTA PASTORAL COMPLETA 'EN ÉL, NUESTRA ESPERANZA'