Los obispos llaman a las personas consagradas a “vivir despiertas", denunciar las injusticias y peregrinar "en clave intercultural"

Los obispos han hecho público su mensaje con motivo de la Jornada Mundial de la Vida Consagrada que la Iglesia celebra el próximo 2 de febrero para  ensalzar a las personas que dedican su vida a Cristo

Vida Consagrada

Redacción Religión

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'Peregrinos y sembradores de esperanza': es el lema de la Jornada Mundial de la Vida Consagrada que la Iglesia celebra el próximo 2 de febrero, dedicada a ensalzar a las personas que, a través de la consagración, dedican su vida a Cristo.

 

La Comisión Episcopal para la Vida Consagrada ha hecho público el mensaje para esta XXIX edición, haciendo hincapié en el propósito de Juan Pablo II cuando instituyó esta Jornada Mundial de la Vida Consagrada con el fin de descubrir, conocer y apreciar a las personas consagradas.

En su mensaje de la Comisión, hacen referencia a las palabras del Papa Francisco, cuando hacía referencia a la importancia de “la espera de Dios para las personas consagradas” y, por tanto, evitar “caer en el 'sueño del espíritu', vivir adormecidas, almacenar la esperanza en los rincones oscuros de la decepción y la resignación', de modo que no les afecte la parálisis de la acedia y la desesperanza”.

“vivir despiertas, vigilantes, con actitud de centinelas" 

A su vez, recuerdan cuando Jorge Mario Bergoglio convocó en 2015 el Año de la Vida Consagrada en un contexto de dificultades como era la disminución de las vocaciones, de envejecimiento de los consagrados o los problemas económicos a los que tenían que hacer frente, y que una década después se podría decir que se han acentuado en muchos casos.

“Es precisamente ahí, entre todos estos aprietos, que no son exclusivos de la vida consagrada, donde el Papa dice que 'se levanta nuestra esperanza, fruto de la fe en el Señor'. Más aún, el Santo Padre recuerda que la esperanza que se fundamenta en Dios no se basa en los números o en las obras”, se puede leer en la nota de la Comisión Episcopal para la Vida Consagrada.

De esta manera, los obispos invitan a los consagrados a “no ceder a las tentaciones de la cantidad o la eficiencia, ni a las de confiar en las propias fuerzas o dejarse amedrentar por las debilidades”.

Frente a ello, piden a las personas consagradas “vivir despiertas, vigilantes, con actitud de centinelas que evitan todo adormilamiento y comodidad”, así como continuar denunciando las injusticias como “la falta de hospitalidad con el migrante, la aporofobia, la economía inhumana, la trata de personas, los atentados contra la creación…”

"peregrinar en clave intercultural en el mundo"

De esta manera, llaman a los consagrados a peregrinar “con los débiles, los indefensos, las víctimas, como Dios camina con ellos”.

Por otro lado, la Comisión Episcopal para la Vida Consagrada destaca que sus integrantes han de vivir “la entrega generosa en las relaciones fraternas entre sí, con los pastores, con los laicos, con los miembros de sus familias carismáticas y con quienes son destinatarios de su misión, especialmente los más débiles”.

Además, el mensaje hace referencia a la multiculturalidad que exige a los consagrados “a peregrinar en clave intercultural en el mundo, en la Iglesia y en la vida consagrada, teniendo presentes las dificultades que esto encierra, sembrar relaciones interculturales nuevas en una vida fraterna de comunidad multicultural constituye en sí mismo una siembra esperanzadora”.