La reacción del párroco de Villafranca de Ebro, en Zaragoza, al levantarse y conocer el incendio en la residencia de ancianos
El trágico suceso, que esta madrugada se ha cobrado la vida de diez personas y ha dejado a varias heridas, ha sacudido profundamente a esta pequeña comunidad zaragozana
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“La esperanza cristiana de algunos familiares está siendo un gran testimonio” comenta Ignacio Laguna, párroco de San Miguel Arcángel de Villafranca de Ebro, mientras reflexiona sobre los dolorosos momentos vividos tras el devastador incendio en la residencia 'Jardines de Villafranca'.
El trágico suceso, que esta madrugada se ha cobrado la vida de diez personas y ha dejado a varias heridas, ha sacudido profundamente a esta pequeña comunidad zaragozana. Ignacio, que lleva siete años al frente de la parroquia, ha relatado en COPE cómo la parroquia se ha convertido en un refugio para todos en el día de hoy: "Esta mañana, al levantarme, vi en el móvil varios mensajes de condolencias. Al confirmar la noticia, lo primero que hice fue preparar la iglesia, encender una vela en recuerdo de los fallecidos y estar disponible para quienes necesitaran apoyo. Incluso algunas personas de las funerarias se acercaron a rezar", cuenta Ignacio.
La tragedia ha dejado a muchos vecinos "en estado de incredulidad", especialmente por la estrecha relación que tenían con los residentes del centro. Ignacio ha explicado cómo esta residencia no solo formaba parte de la vida del pueblo, sino que era un reflejo de la comunidad: "No es una residencia de ciudad, sino de pueblo. Los residentes salían, paseaban, venían a misa, e incluso uno de ellos pintaba cuadros que luego regalaba. Les ponemos cara a todos".
"el consuelo que sólo puede dar la fe"
Además Ignacio ha señalado que "muchos familiares, a los que ya conocía, saben vivir estos momentos desde la fe, con esperanza, con el consuelo que sólo puede dar la fe. Pero también ha habido encuentros muy bonitos con personas de otros credos, como los Testigos de Jehová. Hemos estado reunidos durante casi 15 minutos, hemos compartido muchísimo y al terminar nos dábamos las gracias y le dábamos las gracias a Dios por ese encuentro. A algunos familiares Dios les había arrancado incluso una una sonrisa... Y decíamos, 'Dios los está cuidando'".
Los funerales de las víctimas ya están siendo organizados y, en algunos casos, el párroco se desplazará a otras localidades para acompañar a las familias en su despedida: "Dios está con nosotros, cuidando también de ellos. Muchos han fallecido mientras dormían, sin miedo ni sufrimiento, y eso es un consuelo grande". Ignacio también ha compartido el testimonio de un matrimonio que decía que también sentía consuelo al pensar que visitaron a su familiar todo lo que pudieron, que no estuvo solo.
"queremos que se sepan súper queridos"
Además de la atención espiritual, la Iglesia se está movilizando para enviar cartas y mensajes a los residentes que han sido trasladados a la residencia de Huesca de forma temporal: "A ellos también les estará resultando todo muy doloroso, estarán desubicados y con miedo. Queremos que se sepan súper queridos, que estamos deseando volver a verles, que les queremos un montón y que muy pronto, si Dios quiere, podremos podremos rezar juntos por los hermanicos que han fallecido".
El párroco también ha destacado el papel de los servicios de rescate y los psicólogos desplazados al lugar, quienes, asegura, han mostrado una gran sensibilidad al permitir la presencia de la Iglesia en todo momento y ha añadido que "es importante que visitemos a nuestros mayores, que les hagamos sentir queridos. Ese cariño es un gran consuelo, tanto para ellos como para nosotros en momentos tan duros como este".
Por último, Ignacio ha pedido que "recemos unos por otros; Dios nos sostiene a todos, especialmente en estos momentos de misión".