Bocadillos para los afectados de la DANA de Valencia: la aportación de la residencia dominica de ancianos en Torrent

Fray Martín Alexis ha comentado en 'Ecclesia al día' que los nueve residentes en la residencia, la mayoría de los cuales reciben cuidados paliativos, se han puesto a disposición de las víctimas 

Redacción Religión

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Desde el convento de Nuestro Padre Santo Domingo de la localidad de Torrent se divisa Paiporta, la 'zona cero' de la DANA que ha afectado a miles de personas en la provincia de Valencia. En el convento, gestionado por la Orden Dominica, se encuentra la residencia de mayores que acoge y acompaña a nueve religiosos de los cuales la mayoría reciben cuidados paliativos. 

Pero su avanza edad y salud precaria no impiden que se hayan puesto manos a la obra para ayudar en lo que puedan a los damnificados por la catástrofe natural. Fray Martín Alexis ha comentado en 'Ecclesia al día' ha comentado que desde la terraza del convento se escuchan las alarmas y sirenas que recuerdan constantemente el sufrimiento de los vecinos del pueblo de al lado.

“He tenido tiempo de llorar porque desde aquí se siente el clamor, el grito de la desesperación. Los frailes dominicos no podemos hacer otra cosa que lo que sembró en nosotros nuestro fundador, Santo Domingo, que era sentir el dolor de los demás”.

Desde que la DANA arrasó con Paiporta, la residencia dominica se ha puesto al servicio de los afectados para atender las necesidades más urgentes. De ahí que estén haciendo bocadillos o proporcionando productos como detergentes o pañales.

Santa Teresa de Calcuta decía que si uno da lo que no hace falta eso no es dar, entonces nosotros hemos dado lo que teníamos. Es la manera de colaborar y entender que la edad nunca es obstáculo para entregase y seguir ofreciéndose. Nos sentimos útiles y felices”, ha precisado Fray Martín Alexis.

“son pequeños gestos que hace a la Iglesia grande”

Y es que desde hace una semana, los residentes de Nuestro Padre Santo Domingo de Torrent han estado pendientes de las noticias sobre la DANA, e insistieron en colaborar en la medida de sus posibilidades.

“Uno e ellos decía que estaba bien incluso para ir. Desde el primer momento les hemos hecho descubrir que podían ser útiles y con estos pequeños detalles haciendo bocadillos, llenando las botellas vacías con detergente, ofreciendo sus pañales se han sentido realizados, se han sentido útiles. Que todo lo nuestro lo pongamos al servicio de los cristos crucificados que tenemos enfrente”, ha recalcado el fraile.

En este sentido, Martín Alexis ha comentado que escuchar, acompañar y ayudar a las víctimas “son pequeños gestos que hace a la Iglesia grande”, y que se reflejan en el abrazo o en las celebraciones eucarísticas.

“La gente nos llama para pedir oraciones, voluntarios que han estado en los pueblos ayudando vienen a nuestras eucaristías y nos pedían que rezáramos. Nos hace sentirnos una familia, que es lo más hermoso que tenemos que aprender de esta situación, volver a ser una familia aunque no corra la misma sangre pero sí la misma fe, y eso es más importante a veces que la propia sangre”, ha recalcado.