La Iglesia se vuelca con la población china para combatir el coronavirus

Una iniciativa de la Santa Sede quiere acercarse a la población china que sufre la epidemia del coronavirus. Es una iniciativa conjunta de la Limosnería Apostólica, que preside el cardenal Krajewski y de las comunidades católicas chinas en Italia, con la colaboración de la Farmacia vaticana. Se han recogido entre 600.000 y 700.000 mascarillas que están siendo enviadas a China con la colaboración gratuita de varias compañías aéreas.

El Papa Francisco hizo llegar al país un mensaje de especial afecto y solidaridad, pidiendo en el Ángelus “que el Señor acoja a los muertos en su paz, reconforte a sus familias y apoye los grandes esfuerzos que se realizan para combatir la epidemia”.

Mientras tanto, en muchas diócesis chinas los obispos han cancelado las misas y otras celebraciones para evitar la propagación de la enfermedad, y han pedido a sus fieles que celebren el domingo reuniéndose en sus casas. La Agencia Asia News ha mostrado imágenes de familias católicas escuchando la Palabra de Dios y rezando en torno a pequeños altares dispuestos en las casas, sentados en un diván o sobre el tradicional “kang”, un lecho calentado por una estufa, o bien arrodillados sobre una pobre alfombra.

Para celebrar el día del Señor los pastores han sugerido juntarse en pequeños grupos para meditar la Palabra de Dios y rezar. En la mesa adornada y dispuesta como altar los fieles han colocado una Biblia abierta, han leído algunos pasajes, y han recitado el rosario. Los obispos han propuesto también que sus fieles realicen obras de caridad y ofrezcan un día de ayuno a la semana para pedir a Dios la gracia de la curación para China.