Liberado con signos de violencia el sacerdote nigeriano que fue secuestrado el pasado 17 de junio
Marcellus Nwaohuocha tuvo que ser trasladado al hospital tras la liberación por parte de los captores para curarse de "las heridas profundas en la cabeza"
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El sacerdote nigeriano Marcellus Nwaohuocha, secuestrado el pasado 17 de junio en la archidiócesis de Jos, fue liberado por sus captores. En un comunicado compartido por ACI África, el superior de los Misioneros Oblatos de María Inmaculada en Nigeria, el Padre Peter Klave, aseguraba que el presbítero presentaba signos de haber sido torturado con “heridas profundas en la cabeza”.
En estos momentos Marcellus Nwaohuocha se encuentra en el hospital para recuperarse de las heridas. Fue secuestrado por un grupo de hombres armados no identificados que irrumpieron el 17 de junio en la parroquia de San Paul Bomo, en la ciudad de Jos, lugar donde actualmente se desempeña como párroco.
Los secuestradores dispararon contra el guardia de seguridad de la parroquia, quien murió camino al hospital. El 20 de junio, el Padre Klaver pidió oraciones por el alma del fallecido vigilante y por la sanación completa del sacerdote: “Oremos por la recuperación total de su salud y por el descanso del alma del difunto, quien deja una familia (esposa e hijos)”, expresó.
El caso de Marcellus Nwaohuocha es el último de una serie de secuestros que han tenido como objetivo a miembros del clero, seminaristas y otros cristianos en la nación más poblada de África.
Funcionarios de la Asociación Cristiana de Nigeria instaron al presidente Bola Ahmed Tinubu, quien prestó juramento el 29 de mayo, a priorizar las preocupaciones en torno a la seguridad y la situación económica del pueblo de Dios en la nación de África Occidental.
“Nigeria enfrenta una serie de desafíos que requieren un liderazgo fuerte y decisivo. Desde preocupaciones de seguridad hasta luchas económicas, está claro que hay mucho trabajo por hacer para garantizar que Nigeria pueda alcanzar su máximo potencial”, señaló el reverendo Daniel Okoh el 29 de mayo.
Además de los secuestros contra miembros del clero, Nigeria ha experimentado un marcado incremento de la violencia por parte de pandillas y diferentes grupos terroristas.