Los cuatro sacerdotes católicos secuestrados en Nigeria ya son libres
Los cuatro sacerdotes católicos llevaban secuestrados tres días y han recuperado su libertad
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Los cuatro sacerdotes católicos secuestrados el pasado martes 6 de noviembre en los alrededores de Abraka, en Nigeria, ya son libres. Fuentes cercanas a los clérigos confirmaron su liberación en la tarde-noche del viernes. Se les trasladó al instante a Benin, Nigeria, para recibir atención médica. Así lo contaban el diario Crux y medios locales.
El rescate fue obra de una operación policial conjunta de los Estado de Edo y Delta. Por su parte, los captores habrían huido al saber que el operativo de rescate se estaba acercando a donde se encontraban. Las autoridades locales ya trabajan en la búsqueda de varios sospechosos, y han detenido a algunos, según ha informado el comisario de policía del Estado Delta, Muhammad Mustafa. Asimismo, los secuestradores habrían pedido elevadas sumas de dinero, en torno a los 11.000 dólares para la liberación de los religiosos, antes de darse a la fuga.
Los curas sufrieron el rapto el pasado martes cuando se dirigían a Edo, un estado en el interior de Nigeria. Se encontraban de camino aesta región para un encuentro por el décimo aniversario de su ordenación sacerdotal, cuando unos hombres armados, que se sospecha que eran pastores Fulani, atacaron el convoy en el que iban y los obligaron a acompañarles por la fuerza.
Los sacerdotes rescatados son el Reverendo Victor Adigboluja de la diócesis de Ijebu Ode, Anthony Otegbola, de la diócesis de Abeokuta, Joseph Ediae, de la archidiócesis de Benin y Emmanuel Obadjere, de la diócesis de Warri.
El Cinturón de Nigeria y los problemas de ser cristiano
Las autoridades nigerianas han condenado el secuestro. Lo ha hecho el gobernador del Estado de Benue, que describía estos casos como "bárbaros, deshumanizadores y vergonzosos". El mismo mandatario sospecha de los pastores Fulani, que han atacado en muchas áreas de la zona llamada del "Cinturón de Nigeria". Se trata de una "frontera" que separa el país, de cerca de 186 millones de habitantes, en dos zonas características. La primera de ellas es la zona norte, de mayoría musulmana, y en el sur, la mayoría es de credo cristiano.
Los Fulani, atacantes de los sacerdotes cristianos, son musulmanes y la mayoría de sus víctimas en esta clase de asaltos son cristianos, según las fuentes consultadas.
Según Emeka Umeagbalasi, Presidente de la Asociación Internacional de Libertades Civiles y el Estado de Derecho en Nigeria, el mes de octubre de este año fue uno de los más mortales del año para los cristianos, cuyas muertes a manos de los pastores Fulani ascienden a 260. El Índice de Terrorismo Global dice que, desde 2001, habrían matado a más de 60.000 personas, incluidos muchos cristianos en esa cifra.