Luis y María, el primer matrimonio beatificado y que ahora será patrono del Encuentro Mundial de las Familias
Ambos se conocieron en Roma en 1902. Tuvieron cuatro hijos, a los que transmitieron su amor a Cristo. El matrimonio salvó más de 150 vidas de la persecución nazi
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El matrimonio de Luis y María Beltrame Quattrocchi, una pareja de Roma que fue beatificada por el Papa Juan Pablo II en 2001, será patrono del X Encuentro Mundial de las Familias que se celebra del 22 al 26 de junio.
"Con gran alegría os anuncio, de acuerdo con el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, que los beatos Luigi y María Beltrame Quattrocchi serán los patronos del X Encuentro Mundial de las Familias, que tendrá lugar en Roma del 22 al 26 de junio de 2022", ha escrito el cardenal vicario Angelo De Donatis en una carta dirigida a la diócesis para preparar el Encuentro que se inaugura el 22 de junio.
Se trata del primer matrimonio beatificado por la Iglesia Católica, el 21 de octubre de 2001, bajo el pontificado de Juan Pablo II en la Basílica de San Pedro, en presencia de sus hijos Tarcisio, Paolo y Enrichetta. "La historia de toda la familia, que pasó la mayor parte de su vida en Roma, sigue apareciendo hoy como un testimonio auténtico, creíble y actual del amor conyugal", ha señalado De Donatis.
Fueron los creadores de la primera experiencia de itinerarios vocacionales para ayudar a los jóvenes a comprender la belleza y la importancia del sacramento del matrimonio o para orientarlos hacia la elección de la vida consagrada. En este sentido, fueron los iniciadores de la Pastoral Familiar en la diócesis de Roma.
La historia de amor del matrimonio de Luis y María Beltrame Quattrocchi
Luis era natural de Catania y ella de Florencia. Ambos iniciaron sus caminios tras conocerse en Roma en 1902, cuando tenían 22 y 18 años respectivamente.
En la capital italiana, Luis se había ido a vivir con su tío, que lo había adoptado y de quien había heredado el segundo apellido: Quattrocchi. Allí completó sus estudios de Derecho, que sucesivamente le llevarían a hacer carrera como Fiscal general del Estado. Poco practicante, un buen dìa se sintió muy atraído por el entusiasmo y la inteligencia de quien sería su esposa, María, que era estudiante de idiomas y amante del arte y la literatura.
Ambos tenían un carácter fuerte que a menudo les llevaba a discutir, pero pronto comprendieron que se amaban y que querían vivir juntos por siempre. A través de la oración intuyeron lo que habrían confirmado en los años venideros: era el Amor de Dios quien los acompañaba en su enamoramiento y en su mutua atracción, que encontraría su plena realización en el amor conyugal y familiar.
De este amor nacieron sus cuatro hijos: Felipe, Estefanía, César. El último embarazo fue especialmente problemático debido a una placenta previa que puso en riesgo la vida del feto y de la madre. La pareja se negó a abortar y en 1914 nació Enriqueta.
La fe de la familia animó al matrimonio a participar activamente en la misa cotidiana, a rezar el rosario por la tarde y a hacer adoración por la noche.
El compromiso social de la pareja se encarnó en diversas formas. Por ejemplo, en su constante servicio como voluntarios en la UNITALSI, donde él fue camillero y ella enfermera, y casi siempre juntos acompañaban con gran entrega a los enfermos en sus peregrinaciones a Lourdes y Loreto. También fueron Terciarios franciscanos y durante las dos Guerras mundiales hicieron todo lo posible por asistir a los soldados y civiles heridos. En contacto permanente con la Abadía de Subiaco, salvaron más de 150 vidas de la persecución nazi.
Tras medio siglo de vida juntos, Luis falleció en 1951 ya debilitado por un infarto. El dolor de María por la separación fue inmenso, pero encontró consuelo en el afecto de sus hijos y amigos, en la oración y en la unión con Dios. Catorce años más tarde, el 26 de agosto de 1965, María se reunió con él en el Cielo.
El X Encuentro Mundial de las Familias, del 22 al 26 de junio de 2022
Este martes se presentó el X Encuentro Mundial de las Familias que se celebrará en Roma del 22 al 26 de junio. Tras el festival de apertura el 22 de junio en el Aula Pablo VI en presencia del Papa y los tres días de congreso, el sábado se celebrará la misa con Francisco en la Plaza de San Pedro. Durante el evento se dará mucho espacio a los testimonios de familias que viven en zonas conflictivas del mundo, como Ucrania.
Gabriella Gambino, subsecretaria del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, ha definido este X Encuentro Mundial de las Familias como "multicéntrico y generalizado". Participarán 2.000 delegados provenientes de todo el mundo y en la página web se ha publicado un kit pastoral con sugerencias para organizar encuentros a nivel local.
Participarán alrededor de dos mil delegados invitados de 120 países, elegidos por las Conferencias Episcopales, los Sínodos de las Iglesias Orientales y las realidades eclesiales internacionales que trabajan de manera significativa en el ámbito del apostolado familiar. Gracias a un fondo de solidaridad activado por el Dicasterio - explicó el funcionario Leonardo Nepi -también estarán adecuadamente representadas las Iglesias de muchas zonas de África, Asia, América Latina y Europa Central, incluida Ucrania (tanto con delegados del Sínodo de la Iglesia greco-católica ucraniana como con delegados de la Conferencia Episcopal de Rito Latino). Precisamente por el carácter "generalizado" del evento, se ha puesto a disposición de los interesados en la página web del Encuentro un kit pastoral con directrices y sugerencias para la organización de encuentros a nivel local.