La oración conjunta por Chile en la Catedral de Santiago

El Administrador Apostólico de Santiago ha presidido este gesto de oración por Chile

La oración conjunta por Chile en la Catedral de Santiago

José Luis Restán

Publicado el - Actualizado

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La catedral de Santiago de Chile ha sido escenario de un gesto de oración en agradecimiento por el 209 aniversario de la Patria. El acto fue presidido por el Administrador Apostólico de Santiago, el capuchino de origen español Celestino Aós, que asumió este encargo del Papa Francisco en un momento de fuerte convulsión de la Iglesia en Chile. Al Te Deum en la catedral metropolitana asistieron el Presidente de la República, Sebastián Piñera, representantes de los diversos poderes del Estado, parlamentarios y líderes de otras confesiones religiosas.

En un país donde ha crecido la descalificación pública y donde el clima de amistad social se ha descompuesto progresivamente, Monseñor Aós quiso primar las luces sobre las sombras, la colaboración y no el enfrentamiento, el diálogo en lugar de la descalificación, el respeto y no el insulto.

También quiso dar gracias por los jóvenes que promueven cambios sociales sin violencia y sin esconderse, por los trabajadores que con su esfuerzo sirven a la nación, por los migrantes que llegan a enriquecer al país, por la creciente conciencia del cuidado de la Casa común, por los medios de comunicación que colaboran a la verdad, y por quienes defienden y promueven la vida desde su concepción hasta su último suspiro.

Consciente de la crisis provocada por los casos de abusos sexuales protagonizados por algunos sacerdotes, Monseñor Aós subrayó el necesario compromiso de todos para que los niños puedan crecer en un ambiente saludable. También quiso poner ante Dios las fragilidades y heridas de la sociedad chilena e implorar su misericordia en estas Fiestas Patrias.

Tras las palabras del administrador apostólico, representantes de diversas iglesias cristianas, así como de las comunidades judía y musulmana elevaron plegarias a Dios por el bien de Chile, para concluir con la oración del Padre Nuestro y un fraterno saludo de la paz. Finalmente se cantó el Himno Nacional de Chile y los representantes de las distintas confesiones religiosas bendijeron a la asamblea y a la Nación.

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