Timothy Katende, el seminarista ugandés que pudo desarrollar su vocación pese a ser huérfano y sin recursos
Timothy es el primer seminarista de la diócesis de Kiyinda-Mityana en estudiar Teología en España. El apoyo de su parroquia, familia y feligreses, ha sido esencial para formarse
Publicado el - Actualizado
3 min lectura
La vida de Timothy Katende no ha sido nada fácil. Nacido en Uganda hace 28 años, perdió a su madre cuando apenas tenía un mes de vida. Siete años más tarde fue su padre quien falleció. Hoy estudia quinto curso de Teología en la Universidad de Navarra gracias a la beca concedida por la Fundación CARF.
Como decimos, su vida estuvo marcada por la inestabilidad en los primeros años. Al perder a su madre, ingresó en un centro de niños huérfanos, ya que su padre no podía hacerse cargo de él ni de su hermano. Cuando su padre también murió, fue uno de sus tíos quien se encargaría de su tutela, mientras que otro tío haría lo propio con su hermano.
De esta manera, Timothy se crio junto a cuatro primos, todos ellos de edad parecida. Uno de ellos era monaguillo en la parroquia llamada Nuestra Señora Refugio de los pecadores de Maddu, perteneciente a la diócesis de Kiyinda-Mityana. Poco a poco, el joven ugandés fue desarrollando su fe y a colaborar con la iglesia. Aquello hizo que el sacerdote le ofreciera a posibilidad e ingresar en un seminario. Corría el año 2005.
A sus tíos no les pareció una mala idea que Timothy se consagrase como sacerdote, pero primer debía terminar los cursos de primaria. Aquel verano realizó las pruebas de acceso al seminario menor. Resultó ser un éxito, lo que permitió a nuestro protagonista africano ingresar en el seminario de Sacred Heart Seminary Mubende.
Pero la familia tuvo problemas para hacer frente a los gastos que implicaba los estudios (materiales, traslado…): “Nos pareció muy caro y casi nos rendimos. Pero cuando se lo explicamos al párroco, se ofreció a ayudarnos en lo posible. Los domingos después de misas, el párroco hablaba a los feligreses sobre el asunto y así pudimos conseguir algo. Así pudimos comprar unos artículos escolásticos y pude entrar en el seminario. Y una vez entrado en el seminario, mis tíos y el párroco pagaban la matrícula mientras seguía en el seminario y recuerdo que regresaba muchas veces a la casa para recoger el dinero”, relataba el religioso en una entrevista concedida a ‘Mater Mundi’.
Entre los años 2006 y 2011 completó sus estudios de seminarista, con el apoyo de los rectores del seminario, la familia y la parroquia: “Por eso siempre doy gracias al Señor que ha cuidado tanto de mí y a mis tíos y al párroco que me apoyaron con lo poco que tenían para sostenerme en el Seminario. También a mi Obispo, los Rectores y formadores que me han formado siempre hasta ahora. Y agradezco mucho de todo corazón a ustedes por haber apoyado mucho de todas maneras mi vocación al sacerdocio. Sin su apoyo no creo que hubiera llegado donde estoy ahora en el quinto curso de Teología en la Universidad de Navarra”, comenta en la entrevista.
En la actualidad, es el primer miembro de su diócesis de Kiyinda-Mityana que viene a España a formarse en Teología. Un servidor de Cristo al que el apoyo de la familia y de la Iglesia le permitió desarrollar su vocación. Y es que muchas personas de todos los rincones del planeta que sienten la llamada no tienen posibilidad de materializarla por falta de recursos. Timothy sí ha tenido esa suerte.