Las claves de la tensión entre el Vaticano y Francia por la condena al cardenal Ouellet

Un tribunal civil francés ha condenado a pagar una indemnización de 200.000 euros al cardenal canadiense, a los colaboradores y a una orden religiosa por un 'despido improcedente'

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Nuestra corresponsal en Roma, Ángeles Conde, nos ha contado en 'ECCLESIA al día' en TRECE, desde la capital italiana, las útlimas horas acerca de la disputa que existe entre Francia y la Santa Sede. El cardenal canadiense Ouellet, fue enviado a Francia en el 2020 para una visita apostólica a un convento de las hermanas dominicas del Espíritu Santo donde había problemas con una religiosa.

Después de la visita, el cardenal junto a dos colaboradores y la orden, estimaron que era necesario expulsar a esta religiosa que llevaba 34 años en la orden. La religiosa denunció civilmente a la orden y al cardenal. Un tribunal civil francés ha condenado al cardenal, a la orden religiosa y a los dos colaboradores por un despido improcedente a pagar 200.000 euros de indemnizacion.

Disputa diplomática entre la Santa Sede y Francia por la condena al cardenal Ouellet

Ouellet, miembro de la Curia y enviado pontificio

En respuesta a esta condena, la Santa Sede ha enviado una nota de forma verbal a la embajada de Francia ante la Santa Sede añadiendo que este proceso judicial podría interceder en la vida interna de la Iglesia, la libertad de la Iglesia y la libertad de asociación de la Iglesia católica. Añadían que esta condena podria ser más que nula porque al Cardenal Ouellet no le había llegado siquiera una citacion por parte del tribunal que lo ha condenado.

Por otro lado, podría tratarse de una injerencia en la vida interna de la Iglesia. Además, el cardenal, al ser miembro de la Curia, y al ser un enviado pontificio podría gozar de inmunidad, tal y como si fuera ministro de algún país. Seguiremos muy pendientes de cómo se resuelve esta situación que ha juzgado este tribunal francés. En cualquier caso, podría ser el germen de una disputa diplomática entre Francia y la Santa Sede.